Rodrigo Cuevas: «Aquí nadie me va a llamar maricón»

Rodrigo Cuevas estuvo anoche en el programa de laSexta 'Lo de Évole', donde conversó con su presentador. El músico y agitador folclórico le contó al presentador el bullying que sufrió durante su infancia en Oviedo.

Definió la ciudad como «muy conservadora donde no hay hueco más que para un cierto tipo de personas», y detalló los cambios de colegio que fue haciendo para evitarlo. «En Oviedo me hicieron bullying en todos los sitios donde estuve estudiando. Recuerdo ir por el patio solo, aguantando las lágrimas para que no te las vieran los demás, para no mostrarte débil. Y de no contarlo en casa además, porque sentías que era una debilidad, una vergüenza». «Recuerdo también como las profesoras no hacían nada, no te hablaban del tema, no te apoyaban psicológicamente», recordó.

«Recuerdo una vez que cambié de colegio. Para mí ir a un colegio nuevo era como duro pero decía venga... aquí nadie me va a llamar maricón, voy a ser súper macho. Dejaba de mover las manos, de expresarme, intentaba hablar más grave... Imagina qué cuadro, se me daría fatal». «En aquel cole yo dije... Aquí nadie se va a enterar. Yo no sabía que era maricón realmente, no sabía lo que era serlo», pero al final le sucedió lo que en otros colegios.

En la entrevista con Jordi Évole, Cuevas, que se autodefine como una 'diva del folclore', también trató temas como la importancia de la tradición, la vida rural y los tipos de masculinidad. Le contó el nuevo proyecto en el que está implicado: la recuperación de La Benéfica, el antiguo teatro que quiere reabrir en Piloña. Abrirá sus puertas para el ocio y la transmisión de conocimientos intergeneracional que quiere ser también «una razón por la que no irse del pueblo, un lugar donde crear y disfrutar de la cultura» en lo que hasta hace bien poco era una nave abandonada. «Un proyecto ambicioso que pretende tener impacto mucho más allá de Asturias».

El cantante había escuchado a Miguel Bosé decir que en la Transición había más libertad, a lo que le quiso hacer una pregunta: «¿Cómo no saliste del armario hace 40 años?».

«Cada vez que voy a una casa y veo una leche marca Hacendado se me cae el alma a los pies», confiesó Rodrigo en el programa, donde también lanzó un aviso a neorrurales: «Es obligado tener una relación con los vecinos». Porque, como se ha empeñado en demostrar con hechos y cantares, «en los pueblos, o nos organizamos entre nosotros o nadie nos va a venir a salvar. Nosotros hacemos que esto esté vivo. Si no, estaría muerto. Somos los buenos».

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