Rodrigo Cuevas: «Soy una diva del folclore»

El carisma incontestable de este artista que empezó en los chigres -cantando eso de «Bien sé que estás en la cama,/ bien sé que durmiendo no./ Bien sé que tienes la mano/ donde el pensamiento yo» en liguero para un puñado de paisanos atónitos, haciendo «estriptis integral»- y que hoy ha conquistado el 'mainstream' atrapa. Algo que saben bien en Vegarrionda -catorce habitantes-, a donde -según confirma su entorno- «ya han llegado grupos de fans» en busca de su ídolo, «feliz» en el anonimato de su Arcadia, ocupándose de su burra 'Faraona' y afilando la gadaña cuando no anda llevando lo nuestro por el mundo.

«Un activo de primer orden para Asturias que, si no existiera, habría que inventar», resume un conocido gestor cultural. «El hombre que nos ha hecho perder definitivamente los complejos». «Un grande», como repite su legión de seguidores en redes. Porque Rodrigo Cuevas es, además de una diva global, el orgullo de la tierra. Una reivindicación de lo rural de la que volverá a hacer bandera este domingo, cuando todo el país vea desde el salón de casa una España que Évole pensó que «ya no existía». La de los paisajes apabullantes del Oriente asturiano, la sidra, la folixa, los bares-tienda. Pero también la de la solidaridad, les sestaferies, la llamada a la acción frente al despoblamiento.

«Cada vez que voy a una casa y veo una leche marca Hacendado se me cae el alma a los pies», confiesa Rodrigo en el programa, donde también lanza un aviso a neorrurales: «Es obligado tener una relación con los vecinos». Porque, como se ha empeñado en demostrar con hechos y cantares, «en los pueblos, o nos organizamos entre nosotros o nadie nos va a venir a salvar. Nosotros hacemos que esto esté vivo. Si no, estaría muerto. Somos los buenos».

Es lo que hace cada verano en Vegarrionda, donde Una Señora Fiesta -el festival de señoras en bata y modernas que lleva su sello- agota entradas incluso antes que los asistentes conozcan el cartel.

Y la filosofía que inspira también La Benéfica. El «gran sueño» que está a punto de hacerse realidad en Infiesto, donde el próximo 20 de mayo —también con fiestón— abrirá sus puertas un espacio para el ocio y la transmisión de conocimientos intergeneracional que quiere ser también «una razón por la que no irse del pueblo, un lugar donde crear y disfrutar de la cultura» en lo que hasta hace bien poco era una nave abandonada. «Un proyecto ambicioso que pretende tener impacto mucho más allá de Asturias».

La hoja de ruta está marcada: expresión contemporánea y vanguardista entreverada con lo popular y lo tradicional. La disidencia hasta el fango que impregna su nuevo single, 'Más animal', adelanto de su álbum 'Manual de romería', con el que en septiembre quiere asaltar los cielos y saltar el charco de la mano de Eduardo Cabra, el ya legendario Visitante, encargado de firmar las producciones de Calle 13, y de iLe, otra de las referencias de la música puertorriqueña.

No hay fronteras para quien sufrió bullying desde bien pequeño: «En el colegio, la profesora me apartaba de los demás para que no me insultasen. Me acuerdo de quedarme apartado en el recreo, aburrido, mientras los que me insultaban estaban jugando. ¿Sabes dónde no me hacían bullying? En el pueblo. La gente que vivió siempre en el campo no es ignorante». Y de fondo suena el «Yera maricón de nacimientu» que dedica a Rambal este «grande» que es mucho más de Lilián de Celis que de Freddie Mercury.