Borrar
El presidente del Ateneo Jovellanos, Álvaro Muñiz; el director de EL COMERCIO, Ángel González; la jefa de Contenidos, María de Álvaro, y el investigador Carlos López Otín. FOTOS: JOSÉ SIMAL Vídeo: Diego Abejón

López Otín: «El envejecimiento es un daño colateral de la capacidad de protegernos de tumores»

Carlos López Otín presentó de la mano del Aula de Cultura 'La levedad de las libélulas', un libro que hace «un viaje al centro de la salud»

Ana Ranera

Gijón

Martes, 12 de noviembre 2024, 01:00

La «fragilidad» humana le dio a Carlos López Otín la fuerza para empezar a escribir 'La levedad de las libélulas', un libro que hace «una reflexión científica, pero también artística, metafórica y onírica» acerca de la vulnerabilidad de las personas. Lo contó ayer durante la presentación en el Antiguo Instituto, de mano del Aula de Cultura de EL COMERCIO con la colaboración del Ateneo Jovellanos: es una obra «para leer, pero también para escuchar, para ver y para sentir. Invita a aprender y a disfrutar, no a sufrir».

El punto de partida es la ya mencionada fragilidad, pero el destino es casi inalcanzable porque hace «un viaje al centro de la salud y de la vida», que recuerda que nuestro bienestar «se sustenta fundamentalmente en que lo que queremos es vivir». Esa ansia de permanecer va evitando las zancadillas de los dolores porque, tal y como aseguraba el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, «salud y vida son palabras bellísimas porque describen dones muy provisionales, tan efímeros como el vuelo de una libélula hacia el sol».

En cualquier momento la ausencia de enfermedades puede toparse con una presencia indeseada, pero López Otín afronta este libro desde la esperanza y con guías como Leonardo Da Vinci, que lo llevaron a descubrir que «la salud es el silencio» y «la sabiduría del cuerpo».

Esto último lo dijo Claude Bernard, quien defendía que «el objetivo final de cualquier organismo es que por dentro sea todo equilibrado», por esa razón, «nuestro cuerpo se encarga de reparar lo que sucede dentro de nosotros». Esa enseñanza suya y las que fueron siguiéndola «vencieron siglos de incomprensión», ya que con ellas «el pensamiento mágico se vio absolutamente descolocado».

La divinidad perdió su omnipotencia y «el hecho de que la vida viniera de la vida sirvió para eliminar las grandes leyendas urbanas». Eso sí: tampoco hay que cargarse todas las pasiones ni arrasar con la fe que a veces sustenta almas. «Al acabar una conferencia en Oviedo, se me acercó una persona y me dijo que, hasta ese día, había tenido dos pilares fundamentales, Dios y el Real Sporting, pero que después de escuchar mi charla, ya solo tenía uno», comentó López Otín riéndose.

Para él, ese lector es «un icono» tan sólido como Diego Rivera, quien pintó 'El pueblo en demanda de la salud', un cuadro que demuestra que «la salud tiene un componente social importantísimo; en el que el conocimiento clásico, tradicional, no hay que abandonarlo», comentó, antes de saltar de Rivera a su compañera, Frida Kahlo, quien, poco antes de morir, escribió en una de sus pinturas un 'viva la vida', que al catedrático le parece inabarcable.

Son tres palabras que esconden la inmensidad de una existencia como seres humanos «imperfectos» que resisten a los golpes, gracias a esas «imperfecciones porque sino, seguiríamos siendo bacterias». Afortunadamente, no lo somos y el paso del tiempo hace mella, de hecho, nadie es «inmune a la degeneración molecular. Ahora que vivimos muchos años, tenemos muchas más enfermedades». Concretamente, 17.000. López Otín decidió contarlas y dejan cifras tan desoladoras como los «286.000 nuevos casos de cáncer» que se diagnosticaron este año y los innumerables casos de malaria, «que no los contamos porque son de otros».

En nuestra realidad esa afección resulta lejana, pero son sumamente cercanas las derivadas de las nuevas formas de vivir «que nos han llevado al sedentarismo, a la obesidad, a acumular agentes tóxicos, a perder el control del tiempo y a entrar en la espiral de ansiedad, tristeza y soledad».

También en la vejez y sus estragos que, contra lo que muchos puedan pensar, no es una faena, sino un milagro porque «el envejecimiento es un daño colateral de nuestra capacidad de protegernos de los tumores».

Y, si algo tiene claro López Otín, es que «la inmortalidad y la perfección son imposibles» y que «es mentira que en 2045 vayamos a ser inmortales» porque sigue habiendo enfermedades incurables y las mentales permanecen, en muchos casos, desatendidas. Hay quien ni siquiera las entiende y ese «desdén hacia la salud mental es propio de aquellas personas a las que no les llegó nunca el meteorito. Pero, cuando te llega, ya sabes lo que es la salud mental».

Anega la normalidad y, cuando por fin se recobra –si es que se recobra–, hay que celebrarla como aquel 'Abrazo', de Juan Genovés, que ayer alumbró el patio del Antiguo Instituto. Esa obra es 'La levedad de las libélulas' hecha pintura porque López Otín «abraza a la salud y a la vida» en sus páginas y en sus días. Dice que es su mantra. Y lo cumple.

Mieres y Avilés, próximas paradas del bioquímico

Tras el apabullante éxito ayer, en el patio del Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón, de Carlos López Otín y 'La levedad de las libélulas', esta semana el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular tiene previstas otras dos presentaciones en Asturias, que de nuevo se desarrollarán de la mano del Aula de Cultura de EL COMERCIO.

La primera de estas dos citas tendrá lugar este próximo jueves 14 de noviembre, a las 20 horas, en el Auditorio Teodoro Cuesta con la colaboración de la librería La Pilarica, ubicada en esta misma localidad. En este segundo encuentro, López Otín defenderá que la salud va mucho más allá de la ausencia de enfermedades y reivindicará la necesidad de mantener siempre el equilibrio entre las nueve claves moleculares y celulares, que son las encargadas de contribuir al funcionamiento óptimo de nuestro organismo.

Echando mano de sus estudios más recientes y explorando nuevas perspectivas y reveladoras investigaciones, el catedrático explicará a los asistentes cómo los aspectos físicos y los mentales se entrelazan y desvelará también algunas sencillas pautas para obtener los mejores resultados y llevar una vida lo más saludable posible, por mucho que los años vayan pasando.

Estos mismos detalles los descubrirán los avilesinos este viernes 15 de noviembre, a las 19 horas, en el Palacio de Ferrera. Allí tendrá lugar el tercer –y último– encuentro con Carlos López Otín de esta semana, esta vez en colaboración con el Hotel Palacio de Avilés. De nuevo la presentación será con entrada libre hasta completar el aforo disponible en el espacio, que seguro se quedará pequeño para escuchar al catedrático.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio López Otín: «El envejecimiento es un daño colateral de la capacidad de protegernos de tumores»