Investigan a una farmacia de Vizcaya tras morir una mujer a la que vendió un fármaco por error

La paciente empezó a encontrarse mal a finales del pasado mes de diciembre y su doctora de atención primaria, que acudió a visitarla al domicilio por su avanzada edad, le recetó un antibiótico, Levofloxacino, de los que se prescriben de manera habitual para curar una neumonía o una infección de orina. Uno de sus familiares acudió ese mismo día a última hora a una farmacia de guardia con la receta, pero en lugar del antibiótico, por error le suministraron Levotiroxina, una hormona para los problemas de tiroides. Ni la dependienta ni la enferma se percataron del fallo en un primer momento.

La mujer empezó a tomar el fármaco con la pauta que le había marcado la doctora con la esperanza de sanarse. Sin embargo, en lugar de mejorar, su estado de salud iba empeorando por momentos. Otro familiar, en concreto su nieta, se dio cuenta entonces de que la medicina que estaba tomando su abuela no era la correcta para los síntomas que presentaba, aunque para entonces ya habían pasado varios días.

En primer lugar, la joven compró el medicamento recetado y, después, llamó al centro de salud donde habían atendido a la paciente para contar lo ocurrido. Allí, la mujer fue sometida a un análisis de sangre. Los resultados confirmaron sus temores. Presentaba niveles anormales precisamente de tiroides en su organismo. Desde el ambulatorio realizaron un seguimiento domiciliario de la mujer en lugar de enviarla a un centro hospitalario y su nieta y otros familiares estuvieron continuamente pendientes de ella, pero cada vez se encontraba peor. Finalmente, la mujer ingresó en la Unidad de Urgencias del hospital de Cruces, donde falleció al cabo de varios días, concretamente el pasado domingo 14 de enero.

El cuerpo fue trasladado al servicio de Patología Forense del Instituto vasco de Medicina Legal (IVML), ubicado en Bilbao. Los forenses le practicaron la autopsia para averiguar la causa de la muerte. Este informe será una prueba determinante para poder demostrar si la mujer falleció a causa de la ingesta de este fármaco para la tiroides o bien por otra circunstancia. La familia de la fallecida acudió al juzgado a presentar una denuncia por el fallecimiento. Consideran que la abuela murió por el error en la dispensación de los medicamentos. La Ertzaintza abrió una investigación sobre el caso.

El día en que se dispensó por error el producto en la farmacia había dos dependientes, uno de ellos un auxiliar, que fue quien al parecer realizó la venta. El establecimiento se encontraba ese día en funciones de guardia y atendió a numerosos clientes, en pleno pico de gripe. Los dos medicamentos confundidos tienen un nombre similar y estaban guardados en el mismo cajón. La receta estaba manuscrita en papel, no se trataba de una electrónica.

Los errores en la dispensación de medicamentos, en su mayoría de antibióticos y analgésicos, son más comunes de lo que se puede pensar, aunque generalmente no tienen consecuencias tan graves como presuntamente ha ocurrido en este caso. Con la informatización del sistema de receta se han reducido a la mitad estos fallos.