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E. F.
AVILÉS.
Jueves, 23 de mayo 2019, 03:49
Las redes sociales representan un espacio de interacción público en el que las agresiones y la violencia pueden darse de diferentes maneras y grados, desde las formas más sutiles, apenas percibidas por las víctimas, a las más graves en las que las amenazas o ... el acoso son ya evidentes.
El denominado 'sexting' se sitúa en la categoría de las conductas más agresivas y peligrosas. Esta práctica consiste en el envío de imágenes íntimas, fotografías o vídeos, que la persona se hace así misma y en las que aparece desnuda o semidesnuda y en clara actitud sexual.
Esta práctica suele darse en el seno de algunas parejas que de forma libre y consciente deciden intercambio de imágenes íntimas a través de diferentes dispositivos. La cuestión primordial es que el hecho de que se lleve a cabo el sexting en ese contexto y de una manera voluntaria no minimiza el riesgo que conlleva.
Los expertos y las autoridades son claros: en el instante en el que compartimos o enviamos un vídeo o una fotografía perdemos el control absoluto sobre ella, con todo lo que esto puede suponer.
Organismos como el Instituto Asturiano de la Mujer o la Policía Nacional ofrecen manuales informativos en los que explican con claridad cuáles son los riesgos de estas prácticas aunque sean voluntarias. Son manuales muy didácticos, redactados en un lenguaje claro y conciso y especialmente enfocados a los jóvenes, en los que se advierte sin rodeos de las posibles consecuencias negativas a las que se exponen si realizan conductas como el sexting. Queda claro en todo momento que no hay sexting seguro, nunca. Aún así, y a pesar de la insistencia y de la cantidad de información que se ofrece sobre el tema, el intercambio de imágenes íntimas se sigue llevando a cabo.
Sexting Consiste en el envío de imágenes íntimas, fotografías o vídeos, que la persona se hace así misma y en las que aparece desnuda o semidesnuda y en clara actitud sexual.
alto riesgo Los expertos consideran el sexting una de las prácticas de más alto riesgo en redes sociales: no hay sexting seguro, en el momento en el que se envía la imagen se pierde el control absoluto sobre ella.
consentimiento Esta práctica suele darse entre miembros de una pareja. El hecho de que se comparta una imagen de forma voluntaria no evita el riesgo.
proteger la intimidad Para proteger la intimidad los expertos aconsejan: no mostrar la cara, tatuajes o marcas corporales en las imágenes, así como ropa o muebles que puedan identificar a la persona.
borrar los archivos También se aconseja borrar el archivo de imagen del dispositivo y pedir a la persona que lo recibe que haga lo mismo.
peligro inminente Una vez se envía una imagen de carácter íntimo no se puede controlar. La persona que la recibe puede mostrarla o compartirla, puede perder su móvil o puede utilizarla para hacer daño.
porno vengativo Se trata de un tipo de violencia sexual que se produce cuando una expareja publica fotos de sexting en las redes sociales para hacer daño.
sextorsión Cuando alguien consigue imágenes íntimas y chantajea con ellas.
denunciar Si se es víctima de alguna de estas prácticas delictivas se debe acudir a la Policía Nacional o a la Guardia Civil .
Aunque desaconsejan su práctica en todo momento, el manual del Instituto Asturiano de la Mujer incluye algunas recomendaciones a tener en cuenta por las personas que practica sexting. Son pautas que no eliminan el riesgo pero sí pueden ayudar a proteger la intimidad de aquellos que lo realizan. Entre otras cosas, se recomienda evitar mostrar en las imágenes, la cara, tatuajes, lunares o cicatrices que puedan identificar a la persona.
También se indica la importancia de evitar enseñar elementos que puedan identificar a la persona como ropa o muebles. Se aconseja revisar las fotos antes de enviarlas y sobre todo borrarla después y pedir a la persona a la que se envía que haga lo mismo.
Una vez que se realiza el envío se pierde no hay marcha atrás y pueden desencadenarse diferentes situaciones de riesgo que pueden llegar a ser muy lesivas. Si se ha enviado la imagen a una pareja puede mostrarla a otras personas, puede perder el móvil, o si se rompe la relación puede usarse para hacer daño.
De hecho, se catalogan dos agresiones derivadas del sexting muy peligrosas y obviamente delictivas. Por un lado está el porno vengativo: se trata de un tipo de violencia sexual que se produce cuando una expareja publica fotos de sexting en las redes sociales para hacer daño. Además está la sextorsión que es cuando alguien consigue imágenes íntimas y chantajea con ellas. En ambos casos se deben guardar las pruebas y acudir a Policía Nacional o a la Guardia Civil.
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