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Ver el vaso medio lleno o medio vacío. Mientras la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (UCAYC) considera que el recién concluido periodo de rebajas ha sido, en general, «positivo», la Asociación de Comerciantes de Avilés y Comarca (ACEA) le adjudica el calificativo de «malo» sin paños calientes. Su presidenta, María Sol García, se resiste a vender un relato dulcificado porque «sólo hay que ver cuánta mercancía hay en las tiendas y hasta cuándo duran las rebajas». Aunque en la mayoría de los negocios ya cuelga la nueva temporada de primavera-verano, todavía hay algún que otro comercio que mantiene los saldos en su escaparate. Y son más lo que ceden un rincón del interior a esas prendas que no han encontrado dueño.
En lo único que hay acuerdo es en el dibujo del nuevo panorama, que nada tiene que ver con aquellas imágenes de colas ante las puertas de los grandes negocios o centros comerciales. Aquello es casi la prehistoria en unos comercios que tienen que lidiar con una triple competencia: la de internet, las de grandes superficies y la de las propias marcas que comercializan, que hacen la 'guerra' por su cuenta poniendo descuentos en sus páginas web cuando les parece.
Este es el panorama y el comerciante, que lo conoce mejor que nadie, trata de hacerle frente, por ejemplo, adecuando la mercancía a las expectativas de venta. Así lo explican desde la UCAYC: «La temporada que acaba de finalizar ha sido en general positiva, según nos han manifestado comerciantes consultados de una muestra representativa del sector textil fundamentalmente. Hay excepciones que las han considerado flojas, pero la opinión mayoritaria ha sido positiva».
Esto es debido a varias razones, continúa la asociación empresarial. «En primer lugar la inflación, que aunque está repuntando un poco, está contenida; la mercancía que tiene el comercio es proporcionada a sus expectativas de ventas; y la meteorología también ayuda, aunque hemos tenido un invierno en general caluroso para esta época del año». Añaden un cuarto elemento, cuanto menos, sorprendente, ya que creen que «los clientes han redescubierto el comercio de ciudad». Gracias a estas cuatro patas, «el resultado es alentador» y por eso las expectativas están ahora puestas en la primavera, «que confiamos sea buena».
«Estamos esperanzados con la nueva campaña de promoción de los Bonos Comercio Asturias», explican desde la UCAYC tras la reunió mantenida con el director general de Comercio. La entidad ya hizo llegar a sus socios la circular informativa sobre esta campaña que destina tres millones de euros para compras en el comercio urbano, el pequeño y mediano comercio. No se admiten en las ventas online. «Si el año pasado con una inversión de dos millones se movieron seis millones de ventas en el comercio de proximidad, este año con tres millones confiamos llegar a los diez millones de movimiento», pronostican.
Los comercios se pueden adherir a esta campaña entre los días 1 y 20 de abril, y los bonos son para compras realizadas entre los días 1 de mayo y 30 de junio, pudiendo tener cada cliente cinco bonos de 10 euros cada uno para canjear en compras mínimas, en un comercio o varios comercios, de 30 euros mínimo por compra, IVA incluido.
«Es una importante inyección económica de dinero para el comercio de Asturias, que desde UCAYC apoyamos y asesoramos a nuestras empresas», añaden.
En ACEA no se adelantan tanto en el tiempo, la mercancía de la nueva temporada ha llegado ya a unos establecimientos de los que ha costado sacar la ropa de invierno. Y eso que estas últimas semanas ha llovido y sin hacer un frío gélido, las continuadas borrascas no permiten pensar en cielos despejados y sol brillante. El jersey las botas permanecerán algunas semanas más en los armarios.
El comportamiento del cliente en estas últimas rebajas ha sido desigual. «Al principio apenas se notó que empezaban los descuentos y ahora, cuando pones saldos al 70% e incluso sacas restos de otras temporadas es cuando la gente se anima», describen. Son ellos mismos los que advierten del «peligro» de acostumbrar al cliente a comprar siempre en rebajas. Estas son (o con esa filosofía nacieron) para dar salida a los excedentes que no se vendieron durante la temporada, pero al final la gente tiene tanto de todo que puede esperar a ese periodo con vistas a reponer ese traje, esos zapatos o ese conjunto de sábanas que quiere sustituir. El problema es que el margen que le queda a los establecimientos tras estas bajadas de precio no es suficiente para sostenerse. Es necesario vender en temporada.
El goteo de cierres tampoco ayuda a las ventas. Cuanta más oferta, más movimiento. Sin embargo, la tendencia en Avilés es al revés y a cierres como el de Ravena o calzados Gaby por jubilación se han sumado otros como el de Never Stop, Zoe o Florentino, «que no ha durado ni un año», apostillan desde ACEA.
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