«El premio es un reconocimiento al sello internacional de Avilés»

-Se lleva el premio al Deporte de LA VOZ en mitad de un momento clave para el deporte. ¿Qué se siente?

-Aunque suene tópico, orgullo y satisfacción. Cualquier reconocimiento siempre es agradable, pero cuando viene de tu casa la alegría es doble porque como se suele decir es muy difícil ser profeta en tu tierra. De todas maneras, a mí no me gusta figurar, soy una persona bastante discreta, y creo que lo importante de este premio es que se valora el trabajo y se percibe el sello internacional que ha dejado Avilés no sólo por el éxito del Mundial, sino porque ha demostrado siempre estar a la altura de cualquier prueba deportiva que haya venido de la mano de la Federación, y eso no es nada fácil de conseguir.

-¿Percibe el cariño de la ciudad? ¿Cree que la gente es consciente de lo importante que ha sido su labor?

-Honestamente, sí. Hace poco un empresario me paró por la calle preguntándome por la situación, porque al final nuestro deporte genera riqueza a todos los niveles. También recuerdo los días posteriores al Mundial que la gente me paraba por la calle y me felicitaba por la organización. Eso no va de una única persona. El deporte es más que las medallas que consigue un deportista y también me quedo con que si un director de competiciones puede llegar a este premio es que se está valorando todo lo que hay detrás de una prueba.

-Avilés renovó hace unos meses como sede preferente para Campeonatos de España hasta 2023 por segundo ciclo consecutivo. ¿Teme que esta medida provoque los 'celos' de otras ciudades?

-Para nada. Nunca he percibido ningún problema. Avilés, Pontevedra, Soria, Águilas, Bañolas... son ciudades que se lo han ganado por sí solas. Lo de Avilés en concreto es incontestable. El duatlón se ha convertido en un pilar para la ciudad y después de cada prueba que hacemos aquí nos damos cuenta de lo importante que es. Se lo ha ganado a pulso por los ciudadanos y porque ha estado a la altura, algo que no es fácil. No es la primera vez que cambiamos la sede de un campeonato porque no nos ha gustado la respuesta.

-Para incontestable, el crecimiento del triatlón...

-También. Precisamente estos días he estado haciendo números para preparar la asamblea de dentro de un mes, y aunque este año hemos tenido un crecimiento un poco menor que otros, porque eso depende mucho de dónde se hagan las competiciones, a nivel general seguimos creciendo en licencias y en participación global.

-¿A qué cree que se debe?

-Somos un deporte joven, llevado por gente joven y sin ataduras y eso se nota en el día a día a todos los niveles. Hemos sabido cambiar nuestro modelo de deporte e integrarlo en las ciudades para convertirlo en un deporte innovador, dinamizador, visible, integrando a la élite con la competición de masas, de grupos de edad... Y a nivel económico estamos en consonancia con el rumbo del país. En España cada vez practica deporte más gente y hay una industria con varios ejes. El PIB del deporte es muy importante y también influye mucho en el turismo, además de reducir el riesgo médico.

-¿Por dónde pasa el futuro?

-La élite está bastante consolidada y las competiciones que organiza la Federación Española también, así que todo pasa porque sigan creciendo las escuelas y el número de licencias, así como también el de oficiales técnicos. Para el ciclo 2021-2025 también queremos llegar más a los grupos de edad. Esos deportistas de mediana edad que conectarían muy bien con nuestro deporte, ligado a la práctica deportiva pero también al turismo. Todas las disciplinas pueden ser, y son, un hilo conductor del turismo, un motor muy potente.

-¿Ve a Avilés en esa línea?

-En Avilés lo tienen claro, quizás porque se lo demostramos con hechos, pero falta el paso definitivo en Asturias. Por ejemplo Valencia tiene una maratón que lleva a miles de personas de fuera a estar unos días allí, y tiene un gran impacto económico, de imagen. Mallorca es el paraíso del cicloturismo y creo que Asturias lo podría ser igualmente. Hay muchos ejemplos de eventos deportivos que se complementan con el turismo

-¿Ve importante que haya más profesionales para que los niños puedan tener referentes en el triatlón?

-Estamos contentos con la presencia de España en la élite, tenemos asegurado al menos otro ciclo olímpico exitoso y la horquilla porcentual de triatletas que viven de ello se va a mantener parecido. En nuestro país los únicos deportes profesionales son el fútbol, el baloncesto, el tenis y la fórmula-1. El resto de deportistas viven de becas y de sus patrocinadores. Nosotros debemos centrarnos en las escuelas deportivas, en aumentar las licencias y en acercarnos a los deportistas de mediana edad.

-A nivel personal, ¿algún día imaginó llegar a su situación actual? ¿Ve margen de crecimiento en algún sentido?

-Nunca. Todo se fue dando por diferentes circunstancias. ¿El futuro? No lo sé. No me gustan los cargos políticos y estoy muy a gusto donde estoy. Nunca tuve ambiciones económicas, simplemente necesito un trabajo como el que tengo, que me llene al mantenerme activo y con espacio para pensar e innovar. Tengo muchas debilidades, pero mi principal virtud es la visión estratégica.

-Siempre ha sido un amante de la formación y también ha orientado por esa rama su carrera.

-Sí, me gusta impartir formación como yo la aprendí en su momento. Ahora mismo mi faceta se divide en tres ámbitos. Por un lado el profesional como director de Competiciones de la Federación, por otro el de oficial técnico... Por ejemplo, llevo años impartiendo formación en Europa y sobre todo en Sudamérica.

-En Tokio 2021 alcanzará sus séptimos Juegos. Casi nada.

-Son cosas que nunca imaginas, vivencias inolvidables. En Tokio estaré también en los Paralímpicos y serán mis últimos. Hay gente por detrás apuntando maneras y considero que tengo que dar un relevo generacional. Yo tengo otros retos por delante y es hora de que más gente del triatlón pueda vivir esta experiencia.

-En la Federación Española han sido pioneros a la hora de establecer un modelo para la vuelta a la competición con usted como uno de los artífices.

-Una vez que nos quedamos en casa lo que había que pensar era cómo salir. Por mi forma de ser lo vi claro desde el primer momento y lo más importante era encontrar pronto soluciones para dar tranquilidad a todos los estamentos. El hecho de poder estar trabajando de cara a Tokio me da esa visión y lo que hicimos principalmente fue adecuar los tiempos y reducir las aglomeraciones. Por nuestra condición de deporte al aire libre y que no es de masas nuestras pruebas son de riesgo bajo según el protocolo de la OMS y eso también facilitó la tarea.

-¿Cuándo cree que se podrá realizar el Campeonato de España de Avilés? Se hablaba de octubre...

-Cuando propusimos la fecha de octubre fue nada más conocerse la imposibilidad de hacerlo en abril. A los pocos días hubo que parar todo y entonces conformamos un nuevo calendario en el que la temporada de triatlón se resolverá en dos meses y la de duatlón en uno. La prueba de Avilés queda para noviembre. Nuestro plan es volver a finales de julio y empezar con un primer evento nacional y después desde finales de agosto hasta a finales de noviembre dar por cerrada la temporada. Nuestros eventos siempre son por tandas y es fácil readaptar los formatos. Las salidas, que suelen ser de 100-120 atletas las pasaremos a 70 o 75 y espaciaremos más los tiempos entre ellos. Luego, en cuanto a los espectadores del campeonato, al ser al aire libre simplemente habrá que atenerse a las normas de la nueva normalidad. No habrá problema.