El coronavirus trunca el año en el que Avilés iba a batir el récord de cruceristas

Con el anuncio de la anulación de las dos escalas de agosto ya citadas, ambas previstas para el día 24, solo queda pendiente la última que se había programado por la compañía Fred Olsen este año, la del 8 de octubre también del 'Braemar', el barco que inauguró hace ocho años las escalas de cruceros en la ciudad y que es el que ha estado atracado en los muelles avilesinos en más ocasiones en este tiempo. A pesar de que oficialmente no ha sido anulado todavía el viaje, en el puerto ya se piensa que no va a llevarse a cabo dada la evolución de la pandemia del coronavirus.

De esta forma la Covid-19 ha dejado al puerto de Avilés sin el año en el que esperaba batir el récord de cruceristas alcanzado el ejercicio pasado. Si se hubieran producido todas las escalas previstas entre el mes de abril y el de octubre al final el número de viajeros podría rondar los 6.500, superando con creces la cifra de 2019, cuando pasaron por la dársena de San Agustín 4.555 cruceristas.

2020 se convertirá así en el peor año de la serie histórica de este tipo de actividad portuaria y turística. Hasta ahora ostentaba el dudoso honor 2013, cuando el número de viajeros fue de 655, con solo un crucero.

Este año está claro que se da ya por perdido, pero es que la incertidumbre actual no permite hacer previsiones sobre lo que puede pasar el próximo. Antes de que se declarase la pandemia el pasado mes de marzo, ya estaba prevista la escala en Avilés de ocho cruceros, por lo que también se esperaba tener buenas cifras de este tipo de turismo. Siete de ellos con embarcaciones de la compañía Fred Olsen ('Braemar', 'Black watch' y 'Boudicca') y un octavo sería un crucero de lujo de Crystal Cruises. De no anularse, el 6 de octubre el 'Crystal Endeavor' atracará en Avilés. Se trata del yate más largo del mundo y está inspirado en el barco 'HMB Endeavor', que fue un barco de la Marina Real británica del siglo XVIII. El barco cuenta con cien suites para doscientos pasajeros y ofrece la posibilidad de utilizar sus dos helicópteros, dos pistas de aterrizaje, dos submarinos de siete plazas, motos de agua, zodiacs, seabobs para hacer submarinismo y numerosas actividades más. El viaje que tendrá escala en la ciudad, con un precio de 11.000 euros, dura doce días y comienza en el puerto de Greenwich (London) para luego visitar Caen-Ouistreham, Saint-Malo, Concaneau, Burdeos, Pasaia, Avilés, Vilagarcía y finalizar en Lisboa.

No obstante, la vuelta de los turistas de crucero a la ciudad va a depender de la evolución de la pandemia del coronavirus. El sector turístico es el que más está notando esta crisis y la incertidumbre no ayuda a que mejoren la confianza de los viajeros, más bien al contrario cada vez se retraen más ante la idea de viajar a otros países.

Las cifras del turismo de cruceros de Avilés, con cero pasajeros hasta el momento, son similares a las que se recogen en las estadísticas de Puertos del Estado sobre el de Gijón, junto a Castellón, Pasaia y Vilagarcía -puertos en los que este turismo es prácticamente anecdótico- son los únicos que mantienen el casillero en blanco. El Musel ya había recibido en 2019 entre enero y mayo más de 5.700 cruceristas.

El resto de los Puertos del Estado arrojan caídas muy importantes. En la cornisa cantábrica el de La Coruña ronda el 91% menos de viajeros, pasando de 69.254 a 6.586; también Bilbao cayó de forma significativa este tipo de turismo, casi un 73%; y en Santander un 70%, pasando de 63.856 a 19.537 cruceristas.