Versalles festeja Covadonga con ilusión

En el barrio de Versalles se desviven por sus fiestas y por eso se llevó bastante mal que ayer los festejos no pudieran celebrarse como es tradición cada 8 de septiembre. Fue una pena, pero los vecinos del barrio no permitieron que el desánimo les venciese e hicieron lo que pudieron, engalanar Versalles con pañuelos de colores que rezaban el siguiente lema: «Versalles quiere fiesta. Con esperanza en 2022».

Y es que esa es la filosofía el barrio, pensar que el año que viene se recuperarán los festejos. «Mantuvimos la esperanza hasta último momento, y las fiestas de San Agustín nos metió aún más las ganas, pero fue lo más sensato. Las asociaciones no tenemos el dinero de los ayuntamientos y era demasiada inversión económica para poco impacto», reconocía ayer Aida Vázquez, presidente de la asociación de festejos del barrio Comver.

Pero desde la entidad reconocen estar satisfechos con el apoyo de sus vecinos. «Versalles este año se tiñó con el verde de nuestro pañuelo evocando a la esperanza en el año que viene. Ya estamos trabajando con el objetivo 2022 y queremos que la gente lo sepa y se una a nosotros, que cuantos más mejor», fue el mensaje de ánimo de la presidenta.

A su iniciativa se unieron hosteleros del barrio como Juan Carlos López, del Bar Moncho, que puso el pañuelo en la barra de sus negocio. «Es una verdadera pena que no se celebren, pero al menos hay ilusión en el año que viene y desde Comver trabajan sin descanso», agradeció el hostelero.

En el barrio sonó la música en algunas zonas para animar el día y la tradicional misa en honor al virgen de Covadonga se celebró en la iglesia de La Magdalena en lugar de al aire libre frente a la hornacina de la calle La Paz como era tradición hasta la llegada de la pandemia.

La ilusión está puesta en el próximo año, como el lotero Iván Nieto que piensa en repetir entrega de un millón de euros entre sus vecinos como sucedió hace seis años durante las fiestas. «Ojalá el año que viene las recuperemos y vuelva a repartir alegría».

Y es que el amor por las fiestas de Versalles se lleva tan adentro que algunos incluso las celebraron a kilómetros de distancia. Es el caso de Manuel Ángel Fernández García y Liana Calzón García, que se han llevado su pañoleta hasta Benalmádena, en la provincia de Málaga.

Desde el sur recuerdan a sus vecinos y amigos. «Había pedido las vacaciones en estas fechas para estar en las fiestas y echar una mano porque ambos somos socios. Pero al no celebrarse nos hemos ido de vacaciones, pero con el pañuelo por el mundo», reconocen. Seguro que si les preguntan en el Mediterráneo de dónde son, no dudan en reconocer que ante todo son de Versalles.

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