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La dirección de Asturiana de Zinc (AZSA) y el comité de empresa acaban de cerrar un acuerdo para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por la puesta en marcha de la nueva nave de electrólisis. Se mantiene el número de afectados (95) aunque los despidos se han convertido en prejubilaciones de mayores de 55 años que, hasta la edad de jubilación, percibirán la totalidad de sus ingresos. Se reproduce el esquema de los contratos relevo, pero sin incorporar relevistas. De esta manara ha sido posible cerrar las negociaciones que comenzaron el diecinueve de noviembre.
La firma del ERE se encuentra pendiente de que los abogados del Sindicato Independiente de Trabajadores de Asturiana de Zinc (SITAZ) validen el texto. USO ha expresado sus dudas y Comisiones Obreras ha rechazado el acuerdo. Actualmente, SITAZ cuenta con catorce delegados del comité de empresa, cuatro Comisiones Obreras y tres USO.
La necesidad del ERE fue planteada por la dirección de la empresa ante la futura entrada en funcionamiento de la nueva nave de electrólisis, la E. Las naves A y B cesarían la producción y, de sus 144 trabajadores, 95 serían despedidos en 2022. La selección del personal que seguiría en activo se basaría en criterios profesionales como mayor especialización, polivalencia, capacidad de reciclaje además de menor coste para la empresa, lo que apuntaba a la salida de las personas con más edad. Los despedidos recibirían la indemnización por despido objetivo, es decir veinte días por año trabajado.
El consenso final fue posible al cambiar el abordaje al excedente en la plantilla. En vez de centrar la salida en el personal de las naves A y B se plantearía a toda la fábrica. Además, la marcha se haría de manera escalonada hasta 2029 y para todos aquellos trabajadores mayores de 55 años y cuyo censo cubre el número de bajas planteado por la dirección de AZSA. El acuerdo también asegura que los trabajadores afectados recibirán la totalidad de sus ingresos hasta su jubilación. Es decir, se trata de lo que popularmente se denomina prejubilaciones.
También se modifican las condiciones de asignación del personal a la nave E, ya que pasan a ser por antigüedad. El personal excedente de las naves A y B se recolocará en diferentes puestos de AZSA, cubriendo los huecos de las salidas o de cubre turnos. El pacto blinda su sueldo en caso de que deban ocupar un puesto de inferior categoría (internamente lo denominan escalón) y, si, al contrario, sube de categoría, deberá percibir la mejora.
Las prejubilaciones también dejarán libre varias jefaturas y mandos intermedios que se cubrirán mediante concursos internos.
Desde el SITAZ se realizaba esta mañana una valoración muy positiva del acuerdo. «Hemos cambiado despiddos por unas prejubilaciones en unas condiciones que, en la actualidad, resultan muy difíciles de encontrar en cualquier empresa no sólo asturiana, también de España», aseguraba ayer Roberto Suárez.
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