Los 650.000 euros que cuesta mantener el buque ruso abandonado reducen el beneficio del puerto

La Autoridad Portuaria contrató con la empresa Gijonesa de Actividades Sub-Acuáticas el servicio de mantenimiento en condiciones de seguridad de este barco después de que en febrero la tripulación volviese a Rusia. Se estima que esta empresa pueda tener que estar prestando este servicio casi hasta finales de 2021, ya que tras declararse desierta la primera subasta del buque el pasado mes de enero no se han podido dar nuevos pasos para la venta o achatarramiento del carguero debido a la declaración del estado de alarma.

De 181 metros de eslora y 15.868 toneladas de arqueo, el 'Severnaya Zemlya' es un granelero moderno con diez años de antigüedad y con un valor de entre cinco y ocho millones de euros. No obstante, la subasta en 3,8 millones de euros no levantó interés y por el ello la Autoridad Portuaria de Avilés preparaba una nueva estrategia para incluso llegar a subastarlo para su achatarramiento y no para continuar navegando, como se previó inicialmente, dado el importante gasto que está ocasionando al puerto que tiene reflejo ya en las cuentas del año pasado. Sin embargo, el confinamiento y la reducción de toda actividad ha impedido las visitas al buque para su nueva valoración.

El 'Severnaya' arribó al puerto avilesino el 17 de mayo de 2018, hace ya casi dos años, procedente de Riga (Letonia) con 15.760 toneladas de carbón que descargó en el muelle de Raíces. Pocos días después llegaba a la Autoridad Portuaria una orden de retención cursada por los juzgados de Gijón por impago de una toma de combustible en Gibraltar.

La Autoridad Portuaria mantuvo contacto con la armadora propietaria, la rusa Murmansk Shipping que finalmente quebró, en busca de una solución durante meses. La Ley de Puertos establece que procede abrir expediente de abandono a un buque cuando lleve más de tres meses en puerto sin actividad aparente y sin abonar las tasas y en junio del año pasado se inició ese expediente lo que dio paso al inicio de la subasta en octubre.

Con todo, según las cuentas presentadas por el presidente de la Autoridad Portuaria en el consejo de administración telemático, el beneficio del ejercicio 2019 fue un 16,62% inferior al del año anterior. El resultado de la explotación de los muelles comerciales y pesquero fue de 3,1 millones de beneficio frente a los 3,8 millones de 2018. Aún así, la rentabilidad «se mantuvo en los márgenes normales establecidos», aclaró Santiago Rodríguez Vega. Fue del 2,24% frente al 2,98% de un año antes.

De hecho, de no existir la incidencia sobre la actividad de explotación del buque ruso, que solo ha generado gastos y ningún ingreso, los resultados serían muy similares en los dos ejercicios, puesto que los ingresos lo fueron y si se eliminan los costes del 'Severnaya' también lo serían.

La Autoridad Portuaria ingresó el pasado ejercicio 17.028.000 euros y un año antes habían sido 16.964.000. Los gastos de explotación fueron de 13.842.000 frente a los 13.143.000 de 2018. En cuanto a las inversiones, alcanzaron los 2.221.000 euros.

Las cuentas formuladas ayer por el presidente de la Autoridad Portuaria serán ahora fiscalizadas por la Intervención General del Estado y con ese informe será cuando el consejo de administración las vote, aunque dada la situación de estado de alarma no es posible establecer plazos.

Por otro lado, el consejo de administración dio ayer el visto bueno a la concesión de una nueva parcela en el muelle de San Juan de Nieva a la consignataria Alvargonzález. Se pone fin así a un trámite iniciado hace ya varios meses para hacerse con el nuevo espacio en el que prevé la construcción de una nave de aproximadamente 6.000 metros cuadrados destinada al almacenaje de graneles sólidos prácticamente a pie de cantil, lo que reducirá considerablemente la distancia que tendrán que recorrer los camiones entre la zona de carga y descarga, contribuyendo así a la mejora medioambiental y reducción de la huella ambiental de la actividad portuaria.

Según adelantó este periódico, Alvargonzález tiene previsto que la nave esté ya operativa a principios del próximo año. Se sumará así a las instalaciones construidas en los últimos años en la zona de los muelles de la margen izquierda por Asturiana de Zinc y también por García-Munté.