Un viaje de 28 minutos a la Asturias «del futuro»

Miriam Suárez

Gijón

Lunes, 20 de septiembre 2021, 11:25 | Actualizado 16:35h.

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Mercedes García, una maquinista con cuarenta años de oficio, esperaba hoy en La Robla (León) la llegada de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, para poner en marcha el Talgo BT estacionado en las vías de la Variante de Pajares, consciente de que iba a emprender un viaje «de los que vamos a contar a los nietos». A las 10.22 de la mañana, arrancaba el convoy, un tren laboratorio de los que Adif utiliza para testar la seguridad de los tendidos ferroviarios y que, en este caso, permitió a una comitiva de apenas veinte personas atravesar la Cordillera Cantábrica a través del corredor que permitirá la llegada de la Alta Velocidad a Asturias.

Aunque en fase de pruebas y únicamente con carácter institucional, este viaje simbólico ya da una idea «de la magnitud histórica» de esta obra en la que se llevan invertidos 3.716 millones de euros, y por la que Asturias lleva esperando 24 años. «Hoy se despeja, de una vez, el horizonte de la Variante, que ahora es cierto y claro», señaló la ministra, que realizó este primer viaje junto a los presidentes del Principado, Adrián Barbón, y Castilla y León, Alonso Fernández Mañueco; los delegados del Gobierno en ambos comunidades, Delia Losa y José Javier Izquierdo; la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera; o la presidenta de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), María Luisa Domínguez.

Este tren «histórico» circuló a un máximo de 81,7 kilómetros por hora, al encontrarse la Variante todavía en fase de pruebas, pero las vías están preparadas para que se alcance una velocidad de hasta 330 kilómetros por hora una vez que entren en funcionamiento los viajes comerciales. Será, según afirmó Raquel Sánchez, a finales de 2022, una vez que se termine de comprobar la fiabilidad del nuevo trazado ferroviario y se concluyan las obras que aún están pendientes: estación de Pola de Lena, telecomunicaciones o galerías de evacuación.

Pruebas de seguridad y trabajos constructivos y técnicos podrán desarrollarse de forma simultánea, de ahí que el ministerio mantenga finales de 2022 como fecha de puesta en servicio del AVE asturiano. «Por fin, sentimos que esto va en serio, porque Asturias no podía permitirse ya más retrasos», comentó el presidente del Principado, que durante el trayecto en tren no ocultó su «profunda emoción» por lo que considera «un día histórico, pero de los de verdad, para Asturias, para Castilla y Léon y para España. Éste es uno de los momentos más emocionantes de mi trayectoria personal y política».

Veintiocho minutos duró el trayecto. Cuando la Variante esté operativa, se realizará en poco más de diez, y por la nueva infraestructura ferroviaria podrán discurrir tanto trenes de viajeros como de mercancías. Algo en lo que ayer se hacía especial hincapié, porque éste es un asunto que ha suscitado un gran debate político. El trazado estaba concebido según los estándares europeos de alta velocidad, cuando el entonces ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos colocó la primera dovela. Se ha optado, sin embargo, por una «solución innovadora, de gran modernidad, para no dejar aislados a los puertos asturianos», explicó la actual Ministra de Transportes y Movilidad.

Los llamados túneles de Pajares, eje principal de la Variante con una longitud de 24,6 kilómetros, entrarán en servicio con una configuración de ancho estándar e ibérico en su tubo este y de ancho ibérico con traviesa polivalente, en el oeste. A la llegada a Campomanes, un Intercambiador situará el AVE en vía convencional. Es decir, en una primera fase, la alta velocidad solo llegará a Pola de Lena.

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Si Barbón pedía a la ministra que no hubiese más retrasos con la Variante, el presidente de Castilla y León ponía el acento en las consecuencias medioambientales derivadas de una de las obras de ingeniería más complejas de Europa. En concreto, pedía una solución para el desequilibrio hídrico que se ha producido en su comunidad debido a las grandes fugas de agua que se produjeron durante las excavaciones de los túneles.

Aunque la ministra, al menos públicamente, quiso centrar la atención en el tramo León-La Robla, que se inaugurará mañana y que pondrá punto y final al llamado «fondo de saco» de la estación leonesa, una actuación que también contribuye a recortar tiempos en la conexión ferroviaria entre Asturias y Madrid. Aunque, según puntualizaban ayer desde Adif, «la velocidad y los tiempos dependerán del operador y del tipo de tren».

El Ministerio, según anunciaba ayer su titular, está trabajando ya en la futura operatividad de la línea y ya ha cerrado el contrato para la adquisición de locomotoras «específicas» y material rodante de «ultima generación». Informó, además, de un plan de Cercanías 260 millones para Asturias. «Queremos una Inter conectividad del siglo XXI, para conseguir un país cohesionado y sostenible», aseveró a su llegada a Campomanes, que la recibió con nubes y lluvia tras un viaje por 43 de los 47,9 kilómetros que tiene la Variante, en su mayoría a través de túneles. Un día oscuro, «muy asturianu», en palabras de Adrián Barbón, en el que «nos hemos dado cuenta de que Asturias ya es el futuro».