Haciendo balance y mirando al futuro. Con ese espíritu ha afrontado el rector, Santiago García Granda, la campaña electoral que ayer se cerró con el debate en EL COMERCIO y Canal 10. Dedicó sus primeras palabras, antes de entrar en materia, al recuerdo de ... su compañero y oponente en las anteriores elecciones, el catedrático de Química Analítica Agustín Costa, fallecido en noviembre de 2019. Y a partir de ahí, fue marcando prioridades y objetivos para los próximos cuatro años en un discurso que fue salpicando de datos que apuntalan su gestión. Como la convocatoria de 410 plazas de personal docente e investigador. «Ahora mismo se convocan en todas las áreas, eso ha permitido rejuvenecer las plantillas y eliminar la precariedad» de forma que en la institución «no hay ahora más de cincuenta o sesenta asociados precarios». Una figura que, dijo, «está desapareciendo» al tiempo que se incrementa la plantilla de ayudantes doctores, que «se ha más que duplicado». Así, defendió, se puede atraer personal cualificado y de talento de fuera de Asturias y, al tiempo, «cuidar a los nuestros y equilibrar esa plantilla».
Facilidades
Consciente de que su apoyo puede ser determinante en las elecciones telemáticas de mañana, dar las mayores facilidades a los jóvenes en el acceso a la Universidad y en el desarrollo de sus estudios es otro de sus compromisos electorales. García Granda cree que aún hay margen para seguir avanzando en la política de reducción de tasas, «sobre todo en segunda y tercer matrícula», pero con la vista puesta en un objetivo más ambicioso: la gratuidad total de los estudios universitarios. De momento, lo más inmediato será aumentar las facilidades de pago de las matrículas, que ya se pueden dividir en cinco plazos.
Y pese a que la revisión del régimen de progreso y permanencia en la Universidad «fue un avance» en 2016, aún hay margen de mejora, sostiene. En concreto, reduciendo de 90 a 60 los créditos que el alumnado debe tener aprobados para poder pasar a cuarto curso. Es lo que lleva en su programa y pretende aplicar en un segundo mandato. También aumentar las ayudas de urgente necesidad por causas sobrevenidas -como la actual pandemia- y «perfeccionar» tanto el actual servicio de orientación laboral como el de atención psicológica pensando en aquellos alumnos que «a lo mejor con esa pequeña ayuda pueden seguir adelante» con sus estudios.
En cuanto a la oferta académica, tan importante como lanzar nuevas titulaciones «que se consideren estratégicas» es, a su juicio, potenciar la docencia bilingüe, las programaciones conjuntas, los postgrados, la formación dual y la formación transversal.
Los candidatos a rector cierran la campaña en EL COMERCIO
Teletrabajo y conciliación
Para el tercer sector de la Universidad, el del personal de administración y servicios (PAS), el menos numeroso pero «la base de la institución», también hay propuestas de mejora. «Seguiremos luchando por su homologación». O lo que es lo mismo: «A igual puesto, igual salario». Es un objetivo que García Granda dijo querer alcanzar a base de negociación. Como con el convenio colectivo, «que no queremos que sea inferior al que tenían y que fue denunciado». Proporcionar a este personal «un puesto de trabajo móvil», es decir, herramientas que faciliten el teletrabajo y la conciliación «será fundamental en el futuro».
En cuestiones económicas, lamentó que la institución se ha visto lastrada por una disminución de la financiación pública en los últimos años y confió en poder renegociar un nuevo acuerdo marco con el Principado que mejore las aportaciones actuales, sobre todo en infraestructuras.
Respecto a los campus, señaló la falta de espacios en Llamaquique como el problema más acuciante. Problema «que se agrava con la pandemia». ¿La solución? La que ya se ha venido aplicando, de utilizar recursos disponibles en edificios cercanos, como la Escuela de Minas, o «buscando otras alternativas, como edificios civiles que podamos usar».