Se inauguró para las autoridades la moderna variante ferroviaria de Pajares, pero los trenes con viajeros seguían usando ayer la vetusta rampa. Sin pompa ni boato, a las 18.16 horas partía de la estación de Sanz Crespo, en Gijón, en último Alvia con destino ... Madrid-Chamartín atravesando la Cordillera Cantábrica por el histórico trazado inaugurado en 1884. En Pola de Lena se cruzó con otro larga distancia procedente de Castellón de la Plana, pero ése ya era el penúltimo.
Publicidad
En el andén número dos de la estación gijonesa, los viajeros accedían a los coches asignados. Unos realizaban el trayecto por trabajo, otros, por motivos personales y, también, familiares. La mayoría de ellos no tuvieron más remedio que coger este tren, justo el día antes de que entrara en servicio comercial -hoy- la variante ferroviaria, lo que implica un importante ahorro de tiempo en el trayecto, más de una hora. «Pues nada, que me ha tocado tener que hacer el camino largo; la verdad que es una pena que por un solo día no pueda estrenar el nuevo trazado, pero el viaje lo tenía que hacer hoy», explicaba la bilbaína Tania Antón, quien regresaba anoche a Madrid tras acudir al Principado por motivos laborales.
Noticia relacionada
Hay quien se despedía de la rampa y, al día siguiente -es decir, hoy- regresaba por la variante. Es el caso del joven Miguel Ángel Rivera. «Voy a la capital madrileña a recoger a un familiar al aeropuerto y tenía que ser en este tren. Pero regresamos mañana. ¡A ver cómo se siente el viaje por la variante! ¡Tengo ganas de estrenarla!», decía con satisfacción. Para unos, la inversión de más de 4.000 millones de euros en esta faraónica obra no compensa el tiempo de ahorro en el viaje: «Lo que me preocupa es que van a subir el precio del billete y puedo aguantar una hora más en el tren». Pero para otros, está más que justificado este gasto e, incluso, se pide más. Juan Cibeira se dirigía a Madrid y considera que el trazado de alta velocidad debería de llegar hasta Oviedo y Gijón y no quedarse en Pola de Lena. «No sé si lo veremos algún día». Justo Extremo consideraba, por su parte, que él también vivía un «momento histórico» por realizar este último viaje a pesar de perderse el estreno.
El caso de Tere Bravo, Ana Gladis y Carmen Vázquez era especial. «Queríamos despedirnos de la rampa», decían de regreso a León. Acudieron a Asturias en el tren de la mañana, «solo por el placer de hacer el trayecto». Pero carecen de las mismas ganas de estrenar la variante: «Que va, tiene muchas goteras», bromeaban.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.