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MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Viernes, 30 de agosto 2019, 03:14
La situación en la que se encuentran los servicios de Feve es cada vez más grave, con continuas cancelaciones en las cercanías y que mantiene incomunicada a la región con Galicia y Cantabria -los viajes de Cudillero a Ribadeo y de Ribadesella a Llanes (algunas veces hasta Cabezón de la Sal) se realizan en autobús-. Los trabajadores están muy preocupados porque los problemas se deben a las averías que sufren las unidades tractoras y a la falta de suministros para su reparación.
Francisco Barros es el presidente del comité de empresa de Feve, actualmente denominada Renfe Ancho Métrico, quien explicó que «la única solución es una inversión urgente en mantenimiento y repuestos. Así se pueden solucionar bastantes problemas y funcionar tres o cinco años con fiabilidad y una calidad del servicio alta».
Todos los días se necesitan 20 unidades eléctricas y cinco diésel para cubrir los servicios de Feve en Asturias. Existen 43, pero casi una decena están ya inutilizadas y otras muchas pendientes de reparaciones. Por ello, cuando hay una nueva avería, las frecuencias del servicio se resienten y aparecen las cancelaciones. Barros explica que la situación «ya es de emergencia más que de urgencia. No hubo reposición del material y las causas las tendrá que explicar el presidente de Renfe». El ancho convencional -los trenes de Renfe-, solo cuenta con unidades Civia de unos catorce años de antigüedad, mientras que en Feve conviven hasta ocho series diferentes de máquinas, que llegan a superar los 30 años, lo que hace que «no haya repuestos». «Los compañeros de los talleres están intentando sacar los trenes adelante hasta con piezas hechas a mano».
El plan de cercanías que el exministro de Fomento Íñigo de la Serna presentó para Asturias incluía la adquisición de nuevos trenes, «pero hay que licitarlos, sacarlos a concurso, adjudicarlos y, después, fabricarlos y que pasen las pruebas de seguridad. Todo eso lleva un tiempo. Se habla que quizá en 2022 lleguen las primeras unidades. Por eso, hasta entonces el problema se va a ir agravando», explica el presidente del comité de empresa, quien alerta de que pronto también se producirán jubilaciones en la plantilla, por lo que hará falta más personal. «Prevemos que en los próximos meses habrá dos docenas de jubilaciones y esperamos que la empresa sea rápida en su sustitución».
Además, hay que añadir que el nuevo personal que se incorpore no conocerá el obsoleto material que aún tratan de reparar los trabajadores más veteranos, con lo que no se podrá dar salida a las unidades que se averíen.
Otro problema con el que se encontraron este verano los servicios de Feve fueron las cancelaciones porque no funcionaba el aire acondicionado en los trenes. Luis Blanco, responsable de UGT, indicó que «los sistemas de aire acondicionado dependen de una subcontrata. Antes todas las reparaciones las hacía el personal propio, pero se externalizó y estas son las consecuencias».
Las cercanías de Feve en Asturias han sido declaradas Obligaciones de Servicio Público y «el Estado tiene que garantizarlo. Feve, como empresa, desapareció y fue absorbida por Renfe. No tiene presupuesto propio y dentro de Renfe no pinta nada», sentencia Blanco.
Los trabajadores están a la espera de que los responsables de la empresa les ofrezcan explicaciones sobre qué planes tienen para mejorar un servicio de ancho métrico que languidece sin aparente solución.
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