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LUCÍA RAMOS
LLANES.
Viernes, 25 de octubre 2019, 02:19
«Lo de ayer -por el miércoles- fue solo un aviso». Es lo que repetían los principales afectados por el primer temporal del otoño apenas un día después de que las fuertes lluvias regasen de incidencias la comarca oriental. Y es que, según señalaron ... los vecinos de las localidades que más sufrieron las crecidas de los ríos, el «mal estado» que presentan sus cauces fue decisivo a la hora de que estos se desbordasen, provocando inundaciones, argayos y cortes de carretera y dejando aisladas durante horas media docena de localidades de Llanes, Ribadesella y Cangas de Onís.
Una de las situaciones más preocupantes se vivió en la pequeña aldea llanisca de San Martín, de donde los vecinos ya podían ayer salir tras permanecer prácticamente incomunicados durante más de doce horas. Una vez más, la principal vía de acceso quedó cortada el miércoles debido a la crecida del río Bedón y solo era posible salir por una precaria pista forestal que conduce a Naves. «Cada vez que llueve fuerte pasa lo mismo, pues toda la porquería que arrastra el río tapona el puente y el agua se sale, cubriendo la carretera», explicaba Francisco Sustacha, quien aseveraba que la zona está «abandonada por todas las administraciones». Y advertía, mientras señalaba los desperfectos provocados por el agua en las escolleras que protegen el cauce, que «el día que las rompa, se lleva el pueblo entero». Insistió también en la importancia de que «se arregle la pista forestal, pues es la única salida que queda cuando hay temporal».
También a apenas unos cientos de metros, en la zona de Frieras donde se ubica la quesería Bedón, el agua rebasó el cauce, si bien no hubo que lamentar daños. Eso sí, el propietario del negocio, Evaristo Ruenes, advertía de que «si no se limpian los cauces de los ríos, lo que venga será mucho peor». La alcaldesa en funciones de Llanes, Marián García de la Llana, se expresaba de forma similar, apuntando que «hay que tomarse lo ocurrido como un aviso muy serio». «Si no se pone remedio, especialmente en aquellos lugares del concejo donde sistemáticamente hay problemas cada vez que llueve con intensidad, tendremos que acabar lamentándolo», agregaba antes de hacer un llamamiento al resto de administraciones para trabajar de forma conjunta.
Un buen ejemplo de la necesaria limpieza de los cauces en la que insistían los afectados se podía encontrar por la mañana en el puente que da acceso a la localidad canguesa de Agüera, en la parroquia de Margolles. Allí, un río Zardón embravecido por las torrenciales lluvias arrastró numerosos troncos, algunos de gran tamaño, provocando importantes destrozos en el puente, que quedó completamente cubierto hasta que al mediodía llegaron al lugar operarios municipales para despejarlo. «El puente ya sufrió destrozos en 2016 y desde entonces estamos esperando a que lo arreglen, pues cada vez que llueve fuerte estamos igual», lamentaba Alba Sánchez. Y explicó cómo este mismo lunes se acercó por el Ayuntamiento de Cangas de Onís para conocer los planes sobre la infraestructura, pues, aseveró, «sabemos que cuentan con todos los permisos y con el proyecto». Mientras aguardan por las obras, «todos los años quedamos incomunicados», criticó. Tanto ella como su hija adolescente se tuvieron que quedar a dormir en casa de unos amigos.
Y similar era la situación en Vega, en el concejo de Ribadesella, donde cerca de sesenta vecinos quedaron incomunicados durante varias horas. Ayer, recuperada la calma, se afanaban en limpiar las calles mientras vigilaban preocupados el puente sobre el río El Acebu, el origen de todos los problemas. «Ni limpian ni dejan limpiar y las ramas y los troncos taponan el cauce por debajo del puente, con lo que todo el agua se sale hacia el pueblo, inundando el acceso», explicaba Jorge Cerra, de la vecina localidad de Barredo. Él mismo tuvo que sacar con su tractor varios vehículos atrapados por el agua.
En total, el 112 Asturias contabilizó 105 incidentes, la gran mayoría (65) en el Oriente. El concejo más afectado fue Llanes, donde los servicios de emergencias atendieron doce inundaciones, catorce cortes de carretera y tres viales inundados y tuvieron que llevar a cabo tres limpiezas viarias. El otro municipio peor parado fue el riosellano, con tres inundaciones, cinco cortes de carretera y tres inundaciones de la red viaria. Siguieron Colunga -dos inundaciones y tres viales cortados-; las Peñamelleras y Piloña, con tres incidencias relacionadas con el temporal cada uno, y Cabrales, Cangas de Onís, Parres y Ribadedeva, con dos cada uno. Los problemas siguieron ayer. Un árbol cayó sobre el carril en sentido Oviedo de la N-634, en Soto de Dueñas.
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