![«Tenía depresión y bebía mucho porque quería quitarme de en medio»](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2023/06/27/85007341--1200x840.jpg)
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La acusada de prender fuego al felpudo de su vecina de 99 años en Carbayín Bajo después de que esta no le dejase utilizar el teléfono de su casa reconoció ayer los hechos ante el juez de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial y aceptó una pena de un año y cuatro meses de cárcel por un delito de incendio. El letrado de la defensa, José Antonio Gutiérrez Hevia, alegó durante el juicio que su clienta sufría una alteración psíquica en el momento de los hechos, con un trastorno mixto de la personalidad diagnosticado y problemas de adicción a la bebida.
Tras conocer esta circunstancia, la Fiscalía aceptó como eximente la condición psiquiátrica de la acusada, rebajando la petición de condena inicial de diez años de prisión. Durante el proceso, la autora de los hechos, Gloria C. H., se mostró «arrepentida» por lo sucedido y afirmó que estaba atravesando un momento difícil a nivel personal cuando tuvo lugar este episodio: «Tenía depresión y bebía mucho porque quería quitarme de en medio», aseguró la acusada. También manifestó su intención de continuar con el tratamiento de desintoxicación que ha estado recibiendo este último año en la clínica Ovida: «He recuperado la esperanza y vuelvo a tener ganas de vivir y de hacer las cosas bien».
Aparte de la pena de cárcel, la acusada no podrá acercarse a menos de 200 metros del domicilio en los próximos tres años. No obstante, permanecerá en libertad vigilada durante cinco años, pudiendo no ingresar en prisión si continúa con su tratamiento médico y no comete nuevos delitos en ese tiempo.
Este resultado ha sido un varapalo para la familia de la víctima, de 99 años de edad, que permanece ingresada en una residencia, todavía con el susto en el cuerpo. «Es una vergüenza que esta mujer se vaya de rositas porque si ese día la vecina no llega a estar, mi tía no lo cuenta», lamentó la sobrina de la víctima, visiblemente disgustada tras conocerse la conformidad.
Los hechos en cuestión se produjeron el 5 de febrero de 2021, en torno a las cinco y media de la tarde cuando la procesada subió al piso de arriba del inmueble en el que vivía y le pidió a su vecina, que vivía sola, realizar una llamada telefónica. La nonagenaria se negó por miedo, ya que era conocedora de la inestabilidad mental de la procesada.
Al no recibir respuesta al otro lado de la puerta, Gloria C. H regresó nuevamente al domicilio de su vecina con un mechero. Acto seguido, la acusada prendió fuego al felpudo y a una bolsa de basura que contenía cartones, originando su combustión y una gran columna de humo. A continuación la procesada abandonó el lugar «consciente del gran peligro que la situación suponía para la mujer, por su avanzada edad y reducida movilidad», de acuerdo con lo detallado por el Ministerio Fiscal.
La anciana de 99 años, ante el peligro inminente, pidió auxilio dando gritos. Al lugar acudió otra vecina, Rosa, que fue la encargada de apagar las llamas en un primer momento. Esta, que ya había convivido anteriormente con la acusada, mostró también su incredulidad ante el acuerdo. «No lo entiendo. Esta mujer es un peligro», terció.
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