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PABLO SUÁREZ
oviedo.
Sábado, 29 de febrero 2020, 02:29
«Cuando somos pequeños, crecemos pensando que hay una serie de derechos que nos corresponden y que nunca nos van a faltar, que la justicia nunca nos va a desamparar y que, aunque no nos sirva para reponer el daño sufrido, los jueces, fiscales y ... fuerzas de seguridad no nos van a dejar solos ante las injusticias. Luego creces y te das cuenta de que todo es mentira, que la justicia es parcial y no es la misma para todos». Con el dolor todavía a flor de piel y arropados por numerosos amigos y vecinos, la familia de Sheila Barrero, la joven degañesa asesinada el 25 de enero de 2004, se manifestó ayer en Oviedo para mostrar su rechazo hacia el sobreseimiento provisional de la causa, el segundo desde que se cometió el crimen. «En el caso del asesinato de Sheila ha habido un cúmulo de despropósitos y decisiones incomprensibles durante dieciséis años. Cada vez que se ha abierto una puerta se han cerrado tres», criticó su hermana, Mónica.
El cuerpo sin vida de Sheila apareció en el interior de su coche, aparcado en el Alto de la Collada (León). Sentada en el asiento del conductor, la joven presentaba un disparo en la zona de la nuca que, presumiblemente, fue realizado desde la parte de atrás del vehículo. Más de tres lustros después, nadie sabe a ciencia cierta quién apretó el gatillo. «Hay un asesino feliz, libre y agradecido por el sobreseimiento del caso», afirmó la familia de la víctima en clara alusión a una expareja de Sheila que llegó a estar detenido, pero sobre cuya responsabilidad en los hechos la justicia nunca ha estimado prueba alguna. «Una persona no puede ser inocente cuando en su mano tiene los mismos componentes químicos que la bala que acabó con la vida de Sheila», expresó la hermana de la joven.
La manifestación, que se desarrolló entre el Palacio de Justicia de Oviedo y la sede del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), quiso también poner el foco en el trabajo desarrollado por los agentes de la Guardia Civil.
«Son los únicos que se han implicado realmente. No le han fallado a Sheila. A Sheila la han fallado los que están en cómodos despachos», consideró la familia, incapaz de ocultar su decepción. «Si en el año 2004 nos hubiéramos tomado la justicia por nuestra mano, hoy estaríamos más tranquilos de lo que estamos y disfrutando de la libertad», insistió. En este sentido, la familia anunció que presentará una queja contra la fiscal superior, Esther Fernández. Dicen sentirse dolidos por «el trato recibido» y «acusarnos de cosas inciertas». «Quieren hacernos creer que el crimen perfecto existe».
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