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Óscar Pandiello
Oviedo
Martes, 1 de octubre 2019, 10:13
Tenía todas las papeletas para convertirse en el centro de atención de la comparecencia de la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, y así ha sido. La primera toma de contacto de la titular de Cultura con los diputados de la oposición en la Junta General empezó con polémica, ya que su intención pasaba por exponer el programa de legislatura en asturiano. Algo que PP y Vox rechazaron de inmediato. En cuanto Piñán comenzó a hablar, la diputada del PP, Gloria García, pidió la palabra por una cuestión de orden. Dijo que no la entendía y pidió intérpretes.
El diputado de Vox, Ignacio Blanco, fue más allá argumentando que no tenía sentido levantar «barreras» en un parlamento en el que todo el mundo se entendía en castellano. Al contrario que los populares, Blanco se opuso a que hubiese intérpretes, algo que consideró un absurdo. De hecho, dijo que si la consejera seguía hablando en asturiano pedía permiso para ausentarse y que luego volvería a realizar las preguntas a la consejera en inglés «que seguro que lo entendemos más». La presidenta de la comisión, Lidia Fernández, pidió un receso para consultar al equipo jurídico y finalmente instó a Piñán a presentar su programa en español. Un extremo «humillante», según Piñán, que acató sin embargo instantes después.
¿y qué dice la norma?
Más allá de la polémica inicial, la llingua centró buena parte del discurso inicial de la consejera. En este sentido, Piñán aseveró que durante la legislatura se abordará el debate de la reforma en el estatuto de autonomía. «Trabajaremos en un propuesta realista, acorde con la situación sociolingüística asturiana y sus necesidades. Se basará en la no imperatividad, en el consenso y en una implantación progresiva. Es una herencia de nuestra historia que debemos proteger», afirmó.
A la hora de plantear medidas concretas, Piñán anunció la puesta en marcha de un Consejo Asesor de Política Lingüística, que se pondrá en marcha en los próximos meses, y que será representativo de la sociedad asturiana. Otra de las prioridades pasará por el estudio y revisión de la toponimia tradicional y el impulso de la llingua en los medios de titularidad pública. El director general de Política Llingüística, Antón García Fernández, sostuvo ante una pregunta de la portavoz de IU, Ángela Vallina, que esperan tener su modelo lingüístico preparado para después del verano de 2020 con un desglose concreto de gastos e ingresos derivados de esta oficialidad.
Más allá de la llingua, los distintos grupos políticos preguntaron a la consejera acerca de turismo, museos, deporte y conservación arqueológica. En lo relativo a los equipamientos culturales, Piñán explicó que el Principado avanzará en la gratuidad de todos los centros culturales de su titularidad así como una ampliación del Museo de Bellas Artes. En este sentido, la consejera manifestó su compromiso de profundizar en una mayor coordinación entre este centro con la Laboral Centro de Arte, el Centro Niemeyer y el Museo Barjola «para adaptar sus funciones a la realidad artística asturiana».
También se ha fijado como reto para la presente legislatura la aprobación del proyecto de Ley de Actividad Física y Deporte, un nuevo marco normativo que promueve los «valores sociales, educativos, formativos, de salud y de solidaridad e integración» y que ya se avanzó durante la pasada legislatura pero sin llegar a concretarse.
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