Don Felipe y doña Letizia, complicidad real en un gran momento

«Mira que dicen que no se hablan. Pues no los han visto aquí». La frase, escuchada entre el público que disfrutaba del inédito, por el escenario elegido, desfile del Día de las Fuerzas Armadas no podía ser más real.

Porque los Reyes de España exhibieron este sábado una total sintonía durante los actos desarrollados, por primera vez, en Oviedo. Salvo en los momentos de mayor solemnidad, como las tres veces que sonó el Himno de España, con sus correspondientes salvas, en los que tocaba ponerse en pie, Felipe VI y Letizia no dejaron de hablar entre sí. Las imágenes captadas reflejan, además, miradas de complicidad y sonrisas. Muchas.

Este fue su primer acto oficial conjunto tras el 22 de mayo, día en el que celebraron veinte años de casados. Y a tiro de calendario está el 19 de junio, cuando se conmemorarán diez años de la coronación de Felipe VI. Diez años en los que la ovetense Letizia Ortiz dejó de ser Princesa de Asturias para convertirse en reina.

Especialmente feliz se la vio este sábado, puesto que nada más salir del coche que la acercó al acto, en plena avenida de Hermanos Menéndez Pidal, fue recibida por aplausos y vivas. Durante su paso hacia la tribuna de honor, el público que abarrotaba ventanas y vallas la llamaba, le pedía fotos y le preguntaba por su salud.

Porque la dolencia que tiene en el pie derecho, tras romperse el dedo central al darse un golpe cuando andaba descalza por el Palacio de la Zarzuela, aún marca su caminar, con una ligera cojera. De ahí que dejara en el armario los tacones y volviera a lucir unos playeros blancos. De hecho, en la tribuna se le había colocado un apoyo para que pudiera mantener la pierna en alto, mientras estaba sentada.

Pendiente de ella estaba Felipe VI, que no dejó de comentar las anécdotas del desfile, como el perfecto descenso del paracaidista que llevaba la bandera de España que, en otro guiño, a la región, era asturiano, o el siempre emocionante paso de la Patrulla Águila tiñendo de los colores de la bandera de España el azul sin nubes que Oviedo aportó a la ceremonia. Seguirán diciendo que no se hablan, pero en Oviedo, la complicidad fue real.

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