Las retiradas de tutelas por abusos a menores en su familia se disparan: 55 casos en 20 meses

Es decir, desde enero del año pasado, son ya 55 los menores que han tenido que salir de sus hogares debido a que algún pariente les ha sometido a abusos sexuales. O que sus familias no les protegieron de manera adecuada para que no sufrieran una agresión.

Garantizando al máximo la confidencialidad de los casos de violaciones, una protección que se multiplica cuando se trata de menores de edad, las cifras del Instituto Asturiano de Infancia y Familias correspondiente indican que la mayoría de las 55 víctimas atendidas desde enero de 2023 hasta agosto pasado son niñas de entre 7 y 11 años. Un grupo de edad en el que también aparecen cuatro niños.

En la radiografía de los expedientes también se detectan casos de agresión a adolescentes, ya que hubo siete chicas de entre 15 y 17 años que necesitaron protección. En el grupo de edad entre los 12 y los 14 años fueron once los menores atendidos, con ocho niñas frente a tres niños.

No hay, de hecho, ningún grupo de edad en el que no se hayan detectado agresiones sexuales en el seno de la familia. Hay cuatro niñas menores de tres años que han sido sometidas a abuso sexual. Y hay siete personas de entre cuatro y seis años con necesidad de tutela. Cuatro niñas y tres niños.

Desde la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar no se relaciona el incremento de expedientes abiertos a familias con un incremento de la violencia sexual contra menores de edad. «El aumento de los casos tiene una relación directa con el aumento en la detección y la denuncia».

Porque el departamento que lidera Marta del Arco tiene conexión directa con las consejerías de Salud y Educación, para estar alerta ante cualquier señal que indique que un niño o una niña está sufriendo abusos sexuales por parte de algún familiar.

Además, precisan desde la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar que «en protección de menores, comparar cifras es complicado». Dificultad debida a que «los factores que desencadenan las situaciones de desprotección tienen que ver con diferentes situaciones familiares: laborales, económicas, sociológicas, de consumos, de salud...».

En la Memoria de 2023 del Instituto Asturiano de la Infancia y Familias indica que la cifra de menores protegidos llegó a 770. La mayoría de los expedientes abiertos corresponden a un trato negligente, 301, un 27% más que en 2022. Para evitar el maltrato físico y el prenatal, el Principado ha acogido a 70 menores, un 20% más en un año, que eran golpeados por sus familias. Y tuvo que intervenir en 33 nonatos, ya que las situación de sus madres les convertían en víctimas de maltrato prenatal.

También se ha hecho cargo de 140 adolescentes por 'dificultad para el control de la conducta'. Es decir las familias que renuncian a seguir viviendo con su hijo o hija adolescente, debido a los comportamientos violentos de los menores. Un problema el de los denominados niños 'emperador', que son aquellos que han tenido una educación demasiado permisiva en la que no escuchan un 'no' hasta la adolescencia. Un momento complejo en la evolución que desencadena rupturas entre los adultos y los jóvenes.

La diferencia entre lo ocurrido en años anteriores es que, en el pasado entre los abandonos literales, que afectaron a 55 menores, hay tanto bebés como adolescentes. Y en lo que va de año, ha habido otros diez abandonos. Literales.