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Vanessa Gutiérrez, segunda por la izquierda, con el exministro de Cultura, Miquel Iceta, a su lado y el director general de Cultura, Pablo León (primerto por la derecha), recibe de manos de miembros de la Unesco el diploma que reconoce a la Cultura Sidrera como Patriomonio de la Humanidad. E. C.
«Tenemos la responsabilidad de salvaguardar nuestra Cultura Sidrera», afirma Vanessa Gutiérrez

«Tenemos la responsabilidad de salvaguardar nuestra Cultura Sidrera», afirma Vanessa Gutiérrez

«Esta certificación es de toda Asturias, de quienes son asturianos por nacimiento y de quienes lo son por vocación»

Chelo Tuya

Gijón

Viernes, 6 de diciembre 2024, 01:00

Fue la de ayer una jornada de celebración en Asunción, donde 24 horas la Unesco tomó la decisión más trascendental en la historia para la sidra: la declaración de la Cultura Sidrera Asturiana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Fue un día en el que el organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la educación, ciencia y cultura confirmó esta distinción con la entrega, a la delegación asturiana que defendió la candidatura, del diploma que confirma nuestra tradición sidrera como universal.

La consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez, y el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León Gasalla, fueron quienes recogieron la acreditación. «Esta certificación es de toda Asturias, de quienes son asturianos por nacimiento y de quienes lo son por vocación, de las personas de muchas generaciones atrás y también de aquellas a las que ahora debemos transmitir este gran patrimonio que tenemos entre las manos», señaló Gutiérrez.

La decisión de la Unesco reconoce y distingue la singular relación que Asturias mantiene con la bebida regional por excelencia y que engloba diferentes manifestaciones: desde el cultivo del manzano hasta el escanciado, de las canciones tradicionales a la creación artística y al vocabulario ligado a su consumo. La cultura sidrera es un legado único que combina tradición, sostenibilidad y sentido de pertenencia.

La certificación de la Unesco contribuirá a la protección de un tesoro cultural que se ha sabido cuidar a lo largo de muchas décadas para transmitirlo a las siguientes generaciones como símbolo identitario del pueblo asturiano. «Todas las manifestaciones culturales que se han generado en torno a la sidra, la gastronomía, el sector recolector y productor, la llingua propia... todo ello forma parte de esta candidatura y ahora tenemos que vivirlo y, sobre todo, salvaguardarlo y transmitirlo», afirmó desde Asunción la consejera.

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