La realidad de la justicia: ordenadores obsoletos e infraestructuras deficientes

Con todo, Jesús María Chamorro espera «recuperar el tiempo perdido en breve», salvo «en algunos órganos de lo social, que podrían tardar algo más». Sobre la Justicia se cierne, no obstante, una tercera huelga, anunciada para el 16 de mayo por jueces y fiscales. «Confío en que se llegue a un acuerdo y haya solución. Si no, respetaré las decisiones que se tomen», se pronunciaba ayer el presidente del TSJA, al tiempo que recordaba «el incumplimiento» con la revisión de salarios, congelados desde hace catorce años.

Chamorro no se mostraba tan optimista, sin embargo, a la hora de hacer balance de los problemas de la justicia asturiana: «Desgraciadamente, siguen siendo los mismos» de años anteriores. Así se recoge en la Memoria Judicial de 2022, que ayer presentó públicamente y que refleja «un déficit importante de medios tecnológicos e infraestructuras». En palabras de Chamorro, se producen «demasiadas deficiencias», que lastran el proceso de digitalización que los gobiernos central y autónomico anunciaron a bombo y platillo. Entre las incidencias reseñadas: fallos en el sistema de videoconferencia de los Juzgados de Instrucción y de Violencia sobre la Mujer; ordenadores obsoletos, «que no encienden»; problemas en el uso de la firma electrónica y colapso de servidores y aplicaciones informáticas esenciales para el trabajo diario.

En ocasiones, según puso ayer de relieve Chamorro, estas «deficiencias» obligan, en plena implantación del expediente digital, a seguir tramitando en papel algunos asuntos. «Es un problema de inversión», sostiene el presidente del TSJA, que insta a los partidos políticos a reflejar en sus programas electorales los recursos que prevén destinar «a un servicio esencial» como la Justicia. La lista de cuestiones pendientes es larga. Urge resolver las carencias «acuciantes» de los juzgados de Cangas del Narcea, Cangas de Onís, Pravia, Lena y Llanes, así como la dispersión de sedes judiciales en Oviedo, donde «la situación es crítica».

El presidente del TSJA volvía ayer a defender que los servicios se centralicen y expandan en torno a Llamaquique. Algo para lo que el Gobierno del Principado dice haber llegado a un acuerdo con la Universidad. A día de hoy, Chamorro no tiene más noticias al respecto que las declaraciones realizadas por el presidente autonómico hace meses: «Nuestra experiencia es que las cosas nunca han salido como nos dijeron que iban a salir». A la espera de que el Principado concrete su compromiso, el responsable del alto tribunal asturiano reclama «una solución puente», porque las necesidades de espacio son muchas y urgentes.

La justicia asturiana, que insiste en que no reúne las condiciones necesarias para trabajar con agilidad y eficacia, atendió el año pasado 147.628 asuntos -de los cuales se resolvieron 141.692-, un 8% más que el ejercicio anterior. En total, se dictaron 45.831 sentencias, 59.971 autos y 34.215 decretos. Y en cuanto a la llamada 'ley del sólo sí es sí', el TSJA y la Audiencia Provincial revisaron 44 sentencias, con 37 reducciones de condena, que conllevaron en dos casos la excarcelación.