El Principado renuncia a que el tercer carril de la 'Y' sea para autobuses y urge la conexión con la AS-II

«Es espectacular, no hay nada de ruido. Ha quedado muy bien», valoraba José Manuel Rodríguez, al volante del vehículo 238 de Radio Taxi Ciudad de Oviedo. Indica este profesional que cuando tiene turistas a bordo el bullicio que desata circular sobre el hormigón estriado de la 'Y' les sorprende y obliga a dar explicaciones. «No entienden cómo la carretera puede ser tan ruidosa».

Eso en el tramo Oviedo-Lugones es ya cosa del pasado y la ventaja mueve al taxista a una reflexión: «Las obras fueron un poco engorrosas, pero ha merecido la pena. Los nuevos carriles van a hacer que sea más seguro y el nuevo asfalto no hace casi nada de ruido». Visto el resultado, lo tiene claro: «Hay que continuar la obra hacia Avilés y Gijón, creo que el tráfico que hay ya justifica tener tres carriles en toda la 'Y' y además el asfalto desgastaría menos las ruedas».

«A toro pasado diría que ha merecido la pena y que sería espectacular que continuaran ahora la ampliación hacia Gijón y Avilés», coincidía Sergio Vázquez, camarero en una de las cafeterías de la estación de servicio de Robledo. «Lo que me dicen todos los clientes es que ha quedado muy bien, aunque tienes la sensación de que se ha tardado mucho en hacer la obra», comenta.

El objetivo original era, en efecto, ampliar toda la 'Y', e incluso hubo un debate político y técnico sobre si el carril adicional debía quedar reservado a los autobuses. Las posiciones han ido variando y ahora el Principado se centra en presionar al Ministerio de Transportes para que su siguiente paso sea unir la 'Y' con la AS-II en Robledo, mientras convence a los ayuntamientos para que sean ellos en sus accesos los que dispongan los carriles bus.

Es un cambio que se ha ido dando de forma progresiva. Todavía en noviembre de 2017 el ministerio llegó a firmar la orden de estudio para un carril adicional en los tramos Serín-Lugones y Lloreda-Tamón y buscó financiación privada para ellos. En esos tiempos nació en Asturias la Alianza por las Infraestructuras, foro que aúna a los partidos, sindicatos, patronales y sociedad civil aclarando las prioridades en la materia. El documento instaba a dejar la ampliación solo hasta Lugones y «analizar la viabilidad técnica y su compatibilidad con la implantación de carriles-bus», además de conectar la 'Y' con la AS-II con un nuevo enlace en Robledo.

Un año después, en un acto organizado por EL COMERCIO, el entonces ministro, Íñigo de la Serna, defendía como «actuación prioritaria» ampliar toda la 'Y'; la representante de la patronal de los autobuses demandó que en ese caso fuera sólo para transporte público, algo que De la Serna vio «interesante». «Es un buen objetivo que lógicamente encaja con nuestras previsiones», avaló el consejero Fernando Lastra.

La posición hoy es otra. El último borrador de la Alianza, el pasado abril, fija como meta acabar la obra que ahora está en sus últimas jornadas y «la construcción del enlace de Robledo». «Esa si es una reivindicación para esta legislatura», resaltó ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón. «Una vez que la 'Y' va a tener fluidez, yo creo que ese enlace es la pieza siguiente», agregó el consejero de Fomento, Alejandro Calvo.

Desde su departamento concretan: «Nuestra propuesta y el trabajo que venimos desarrollando con los ayuntamientos es precisamente la necesidad de que estos establezcan carriles bus dentro de los cascos urbanos para ganar eficiencia y acortar tiempos».