El Principado exige más trenes nuevos de Feve y un compromiso para su entrega tras el fiasco

Los planes de cercanías actualmente en vigor son claros. El de Asturias rebaja a seis los trenes nuevos prometidos para la red de ancho métrico (la de Feve), suma que amplía en otros cuatro cuando terminen una serie de duplicaciones de vía que aún no han sido iniciadas. Es decir, el máximo esperable se queda en diez nuevos trenes. Para el resto de la flota solo compromete que serán reformados para seguir rodando. El Plan de Cantabria es más generoso y anuncia «en el ancho métrico la sustitución de todos los vehículos de cercanías y regionales». Eso se traduce en 22 nuevas unidades.

El contrato de la polémica se licitó en 2019, por 273 millones, presupuesto que incluía la fabricación de 31 trenes y el mantenimiento durante quince años de doce unidades. Se adjudicó en el verano de 2020 por 196,3 millones y no hay ninguno otro anunciado. Es decir, todas las opciones de tener unidades nuevas en ancho métrico de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León pasan por lo que resulte de este encargo que no cubre lo prometido. De mantenerse tal cual, CAF entregará 31 trenes cuando los planes prometían 32 si se suma la cuota máxima de Asturias y la de Cantabria.

Cuidando de no entrar en competencia directa con el vecino cántabro, el consejero de Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, es claro al respecto. «Nosotros aspiramos a recibir quince trenes», aclara. Es decir, sería la mitad del pedido, algo que obligaría a rebajar el número de unidades a entregar en el núcleo de Cantabria. «Entendemos que es lo que necesitamos para que haya una adecuada renovación», insistió el consejero.

Queda por ver si ahora el Ministerio de Transportes recoge ese guante y atiende la demanda asturiana, por la vía de reequilibrar la distribución de nuevas unidades o ampliar el encargo. De momento quien habló ayer fue el presidente del Principado, Adrián Barbón, para indicar que «lo primero que tiene que haber es ceses, averiguar quién está detrás de esta decisión errónea. Eso es lo primero, eso y agilizar la fabricación», dijo sobre el fiasco ferroviario.

Barbón aseguró que hasta que EL COMERCIO destapó el caso la explicación del ministerio sobre los trenes era «de un retraso en la fabricación, pero no se explicó el motivo real hasta que saltó». Según reveló la ministra, Raquel Sánchez, se puso en contacto con él para pedir disculpas sobre la situación. Sería la segunda vez en un mes que la titular de Transportes se ve en esa obligación, tras reconocer que la variante de Pajares no abriría en mayo, como se había prometido.

Barbón dijo llevar «una posición común» con el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla. «Que el retraso sea porque los trenes no encajan en unos túneles que son los de toda la vida es una chapuza intolerable», dijo. «Antes de tres años deben estar los trenes», demandó el presidente autonómico.