El Principado no ve un fallo en el sistema tras las detenciones por abusos sexuales a menores tuteladas

La respuesta de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar frente a situaciones de violencia como la que han sufrido las cinco menores tuteladas por el Principado «será siempre contundente». De hecho, la Administración autonómica se personará como acusación particular «cuando llegue el momento». Mientras tanto, se mantiene el secreto de sumario y la confidencialidad sobre los detalles de una investigación «con la que hemos colaborado muy estrechamente».

La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, hacía estas precisiones en una rueda de prensa convocada de urgencia ayer por la tarde para dar las explicaciones oportunas y atender cualquier pregunta en relación con este asunto. Lo hacía pocas horas después de que la Policía Nacional diese a conocer la detención de doce personas que se dedicaban a explotar sexualmente a menores tuteladas por la Administración autonómica. «Nosotros presentamos la denuncia del 19 de enero que dio lugar a la investigación. Tolerancia cero con este tipo de situaciones y protección absoluta a las adolescentes víctimas de violencia», recalcó una y otra vez.

Aun admitiendo que «tenemos que mejorar», Del Arco considera que, detrás de este caso, «no hay fallos» del sistema de tutela: «Son cosas de la vida». También desvinculó las agresiones sexuales investigadas por la Policía de las fugas que las familias vienen denunciando desde hace tiempo y que dieron lugar, a raíz de su publicación en EL COMERCIO, a una gran polémica. La propia consejera tuvo que comparecer en la Junta General del Principado para aclarar la situación.

Ayer, insistió en que «estas agresiones sexuales no tienen relación con las fugas» y se refirió a los centros de menores como «casas» en las que se hace «una vida cotidiana» y los residentes pueden entrar y salir, aunque «eso no significa que no tengan límites y normas». Marta del Arco recordó, no obstante, que los adolescentes que están en acogimiento residencial llevan a sus espaldas «una historia complicada y dura. Si han revelado una situación de maltrato a los responsables de su centro es porque se encuentran en un entorno seguro».

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