Vivienda y salud mental, puntos fuertes de la negociación presupuestaria en Asturias

El Ejecutivo de Adrián Barbón (sustentado por 19 diputados socialistas y tres de IU-Convocatoria por Asturies) precisa de, al menos, un voto más para sacar adelante su proyecto de ley y, aunque ha manifestado en reiteradas ocasiones su interés por alcanzar un consenso lo más amplio posible en materia presupuestaria, la mirada está puesta en los dos diputados del Grupo Mixto: la citada Covadonga Tomé, a quien el socio minoritario del Gobierno ha ofrecido incluso un pacto de legislatura, y el diputado de Foro, Adrián Pumares.

Ambos parlamentarios respaldaron con su voto las primeras cuentas de esta legislatura y ambos dicen acudir a esta nueva negociación con la mano tendida. «Vivienda y Salud, sobre todo Salud Mental, están entre nuestras prioridades», avanza la diputada Tomé, quien evita fijar líneas rojas porque entiende que son «incompatibles» con la negociación y advierte de que en esta ocasión llevará la negociación con suma discreción.

El portavoz de Foro, Adrián Pumares, confirma que en esta nueva negociación presupuestaria con el Gobierno de Adrián Barbón volverá a insistir en la necesidad de una reforma fiscal «que permita reducir la presión fiscal de los asturianos, en línea con lo que hacen el resto de comunidades autónomas de nuestro entorno». En su opinión, el actual sistema fiscal asturiano es claramente «deslocalizador» tanto de personas físicas como jurídicas, aunque se muestra poco optimista con que su demanda llegue a buen puerto. Por ello, consciente de que el Gobierno no está dispuesto a bajar impuestos, el también secretario general de Foro planteará nuevas deducciones y bonificaciones fiscales.

Para Pumares, una de las prioridades sigue siendo la «inversión productiva», por lo que reclamará al Ejecutivo regional «acometer con urgencia las infraestructuras pendientes». También planteará la necesidad de que los presupuestos incluyan un mayor compromiso con el campo asturiano, «por haber sido este un sector muy maltratado tanto por el Gobierno de Barbón como por el Gobierno de Sánchez». Igualmente, durante la negociación el diputado forista tiene intención de hacer referencia a cuestiones sociales, destacando también de su lista de demandas medidas dirigidas a favorecer el acceso a la vivienda y a dotar de mayor agilidad el proceso de valoración discapacidad y dependencia.

Los socialistas, por su parte, recuerdan que los presupuestos son «una herramienta fundamental» para seguir avanzando en las políticas de impulso y modernización de Asturias, en el fortalecimiento del estado de bienestar y de los servicios básicos y en la generación de actividad económica. Y sacan pecho tras haber acumulado seis presupuestos aprobados de forma consecutiva entre 2019, último año del Gobierno de Javier Fernández pero con Adrián Barbón ya al frente de la Federación Socialista Asturiana, y 2024. «Trabajaremos con intensidad para lograr un nuevo acuerdo que permita movilizar y aprovechar al máximo en 2025 todos los recursos disponibles, para ponerlos al servicio de los asturianos», se compromete Álvaro Valle, secretario adjunto de Acción Política e Institucional de la FSA-PSOE.

También desde IU-Convocatoria por Asturias confían en poder alcanzar el consenso necesario para sacar adelante los segundos presupuestos de esta legislatura, «especialmente con la izquierda», matiza el portavoz del grupo parlamentario, Xabel Vegas, apuntando directamente a Covadonga Tomé, con la que comparte prioridades. «Queremos unos presupuestos que permitan continuar con la apuesta clara por políticas de Vivienda, de refuerzo de los Servicios Sociales, mejora y aseguramiento de nuestro sistema de salud, con especial hincapié en políticas de Salud Mental, que es uno de los compromisos de esta legislatura», defiende. Plantea además líneas de apoyo para la actividad productiva y, en definitiva, unos presupuestos «acordes con el espíritu que anima al gobierno de unidad progresista: sociales en el gasto, pensados para la mayoría, y manteniendo el modelo fiscal asturiano, en el que se cumpla con la progresividad que marca la constitución de forma que pague más el que más tiene».

El equipo negociado –constituido por la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo; el consejero de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez y el consejero de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, en representación del Gobierno, así como por los portavoces del PSOE y de IU-Convocatoria por Asturias, Dolores Carcedo y Xabel Vegas– se reunirá mañana martes también con representantes del grupo parlamentario popular. Sin embargo, el principal partido de la oposición duda de las verdaderas intenciones de este encuentro. «Sería importante que, por una vez, el Gobierno de Barbón tenga verdadera disposición a negociar con el PP, y no se limite a cumplir el trámite sin querer en realidad un acuerdo», exige el popular Andrés Ruiz, quien espera que al menos en esa reunión se «concreten las líneas presupuestarias, una vez que el consejero de Hacienda ha anunciado un recorte de 400 millones».

El Principado ha excluido de esta ronda de contactos a Vox, como viene siendo habitual, lo que indigna a la portavoz de este grupo parlamentario, Carolina López, porque «le niega una negociación a la tercera fuerza política de Asturias, a más de 53.000 asturianos». Reclaman una «reducción del gasto político y superfluo como la llingua, sindicatos de clase, altos cargos, asesores» para destinarlo a «inversiones en los servicios públicos y a reducir impuestos, y que los asturianos tengan mayor poder adquisitivo que les permita llegar a final de mes». Pero también que sean unos presupuestos «realistas, que se puedan ejecutar y que no contengan como todos los años inversiones que nunca se llevan a cabo y se quedan en meros anuncios y propaganda socialista». «Barbón no quiere escuchar a Vox porque no quiere eliminar el gasto que le permite seguir tejiendo y aumentando su red clientelar a base de acribillar el bolsillo de los asturianos», concluye.