Pablo González: «No sé lo que hará Mallada, yo respaldaré a Feijóo»

Se ha visto un viraje en las declaraciones públicas del líder de los populares en Gijón. Hace unos días mantenía que «Teresa Mallada es una buena candidata y una buena presidenta para Asturias». Ayer no se desdijo, pero tras conocerse que Génova la descarta como candidata y plantea un cambio de liderazgo en el PP asturiano, Pablo González ha decidido cerrar filas con Alberto Núñez Feijóo. Lo hizo a su llegada a la entrega de los premios de EL COMERCIO, y con un aviso a navegantes: «Respaldaré cualquier decisión que tome el presidente nacional y espero que hagan lo mismo todos mis compañeros». Dejó claro que estos procesos «son competencia de la dirección nacional» y que él no va, por tanto, a cuestionarlos.

Con este argumentario, ¿en qué lugar queda Teresa Mallada? A su juicio,«ella tiene que ser parte de la solución». Dice Pablo González que «siempre he escuchado a Teresa tener una posición constructiva sobre cualquier tema que se tome por parte del partido». Sobre si tiene que presentarse como candidata o no, González dice desconocer lo que hará porque «eso lo decidirá ella», pero deja claro, nuevamente, que «yo respaldaré al presidente de mi partido, que es a quien hay que respaldar».

La segunda derivada de esta crisis abierta en el PP regional es cómo afecta todo esto a la dirección local. Pablo González se hizo con las riendas del partido en Gijón en febrero de 2021, también tras otro episodio convulso en las filas populares. Las asumió tras la marcha de Mariano Marín, que se dio de baja como afiliado, y con el objetivo de llevar el partido hasta el siguiente congreso local, del que aún no hay fecha. Ese episodio, aparentemente cerrado, dio paso a otro, el abandono del Alberto López-Asenjo del grupo municipal, asegurando que «no estoy dispuesto a admitir que se pongan en cuestión mi credibilidad y lealtad al partido», y anunciando acciones legales contra Pablo González.

Últimamente, el partido en Gijón parece haber vivido una etapa de cierto sosiego. El mismo González defiende que los seísmos regionales no tienen que tener necesariamente una réplica en los municipios. De hecho, él sigue trabajando con la vista puesta en las elecciones de 2023, y confiando en ser el candidato.

Pero no es menos cierto que empiezan a haber movimientos por debajo, de aquellos que cuestionan el liderazgo y que están en la búsqueda de lo que popularmente se conoce como el 'mirlo blanco'. El congreso local, que debería de celebrarse tras el regional -aunque no obligatoriamente- podría suponer un cambio de rumbo en el partido en Gijón.

Una de las figuras fuertes a nivel local es la actual portavoz, Ángela Pumariega, quien fue nombrada cuando López-Asenjo salió del grupo. Ayer también se pronunció sobre la crisis regional y el liderazgo de Teresa Mallada. «En nuestra organización la elección de los candidatos autonómicos es competencia de la dirección nacional, recientemente elegida por los afiliados y que goza de toda la legitimidad política y estatutaria para hacerlo». Pumariega defiende que «no es momento de personalismos, sino de construir entre todos una alternativa a la izquierda, sólida y ganadora, que sepa dar respuesta a los problemas reales de la ciudadanía».

Pocas salidas del guion de ayer. Unos y otros parecen mantener una misma línea argumental y poniendo por delante, según enfatizaban, que «nos estamos jugando el gobierno de Gijón, Asturias y España». De hecho, en lo que se insistía es que no toca estar dando opiniones diferentes, y así se demostró cuando uno tras otro casi todas las manifestaciones públicas de la jornada iban encaminadas en la misma línea.

Pablo González lamentó que «se está produciendo una ensalada de divergencias que en nada contribuyen al proyecto del PP». Y por su parte asegura que «no voy a contribuir a ello».