El oso, cada vez más cerca de los pueblos

El vídeo grabado por quienes avistaron al plantígrado se ha convertido en viral.

El oso pardo se ha convertido en un vecino más. Así lo atestiguan las grabaciones de sus visitas, que filman los habitantes de diferentes núcleos rurales.

Una población osera en crecimiento y un medio rural que languidece y se queda sin la actividad que antaño temía el plantígrado explican este fenómeno cada vez más frecuente. Cabe recordar que la población de oso pardo cantábrico llegó a estar en franco peligro a finales del siglo XX.

Las medidas de protección implementadas desde entonces han tenido un buen resultado, también las limitaciones que imponen las figuras de protección de la naturaleza en los parques nacionales y naturales, y la retirada de la actividad ganadera y de aprovechamientos agrícolas.

Los vecinos del pueblo de Ventanueva grabaron en marzo del pasado año otro oso pardo caminando por las calles, cerca del cruce con la carretera AS-15. Un paseo nocturno que permitió al animal merodear por la zona del cruce que permite desviarse hacia el Puerto del Connio y hacia el pueblo de Posada de Rengos.

Es durante esta época del año cuando los osos dejan atrás su periodo de hibernación y comienzan a ser visibles por los montes de la comarca occidental. Su presencia es habitual en la zona en la que apareció este ejemplar, en pleno parque natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Otro video viral fue el grabado hace un año en El Bao, en Ibias.

«Lo que hizo el oso en Quirós no es habitual, pero se repetirá. Ahora ya sabe dónde tiene comida». Fernando Ballesteros, biólogo de la Fundación Oso Pardo, visitó el núcleo zoológico Casas Prieto, en Quirós. El mismo donde a comienzos de mayo, una osa y sus dos crías entraron durante la noche para matar y comerse nueve ejemplares de la peculiar granja que José Prieto abrió hace ocho años para completar su complejo de alojamientos rurales.

«A los panales y a la fruta, sí; pero entrar dentro de una propiedad y matar a los animales, nunca lo habíamos visto», decían los portavoces del turismo rural asturiano, aseveración que comparte Ballesteros. «Tenemos documentados daños del oso en panales, pero no es normal que ataque al ganado. Sí come carroña, pero no es normal que mate para comer. Lo que ocurre ahora es que en esta finca de Quirós han encontrado una fuente de alimentación, así que repetirán».

Ballesteros no tiene ninguna duda de que «el ataque se ha producido por una osa y sus dos crías», ya que está «documentado por la guardería rural» y los 'asaltantes' han dejado más pistas que sus propias huellas. «El oso es el único animal que guarda su comida, tanto la carroña que encuentra como la que genera». Lo hace «para protegerla de otros animales, como los buitres», y, también, «porque le encanta comerla cuando está más podre».

Para la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur), el caso de Quirós «es insólito, inusual». «En Somiedo estamos muy acostumbrados a verlos y a convivir con ellos y nunca hemos visto algo como eso», explicó el presidente, Adriano Berdasco. Para la vicepresidenta, «en Cangas del Narcea el problema es para quien tiene panales y frutales, pero de ataques a animales no tenemos referencias», señaló Ana Llano.

Lo mismo piensan Ana Soberón, del Clúster Rural, «no tenemos precedentes de algo así», y Jaime García, de Alojamientos Rurales con Actividades (Arca), que centra la actividad osera «en la zona de Quirós», pero lamenta «ver tan desesperado y desanimado» a José Prieto. «Bajé al búfalo que tengo en el puerto con el ganado. Desde que está allí, no tuvimos ataques a las reses, así que lo he traído a la granja como protección».