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CHELO TUYA
GIJÓN.
Martes, 4 de mayo 2021, 05:00
«Me habían entrado zorros y jinetas, pero nunca había visto nada igual: un oso matando a mis animales dentro del cercado». José Prieto aún afirma estar «en estado de shock». El sábado por la mañana, cuando llegó a su núcleo zoológico, el que ... acompaña a su complejo de casas rurales que tienen en Quirós, Casas Prieto, «me encontré ya en la carretera una de mis cabras muertas. Dentro fue todo peor». Hasta nueve animales de los que conforman su original granja (formada por cabras enanas, cabras de angora, alpacas, ponis, así como animales domésticos al uso) «estaban destrozados».
Tanto él como los efectivos de la guardería rural que se personaron en el establecimiento turístico descartaron «que fuera un lobo o un animal más pequeño». Las huellas, asegura, «son de un oso grande, así como otros dos más pequeños». Todo apunta, explica, «a que fue una osa con sus crías» la que entró en su granja.
Y lo hizo trepando por un árbol. «Tengo la granja muy bien cerrada, sabíamos que ya habían andado por aquí los osos, porque teníamos huellas, pero nunca habían entrado». Lo sabían, además, «porque ya me habían matado alguna cabra y oveja, pero siempre fuera del cercado».
Sin embargo, en la madrugada del sábado el ejemplar adulto, «seguro que era una osa, trepó por un árbol y saltó dentro». Para salir, ya no hizo tanto esfuerzo. «Ella y los otros dos osos más jóvenes se fueron tras destrozar la valla. Se ve claramente cómo el destrozo está hecho desde dentro».
José Prieto aún no ha hecho el cálculo de los daños «porque hablamos de especies raras que cuesta mucho encontrar. Una cabra de angora puede superar los mil euros». Los atacantes mataron dos cabras de angora, una cabra mixta (angora y enana), una oveja y sus dos crías, así como tres cabras enanas «que estaban todas preñadas». Es decir, nueve ejemplares vivos, más los fetos de las tres cabras enanas preñadas. «Una barbaridad».
El propietario del complejo rural Casas Prieto confiesa estar muy preocupado, porque «después del ataque del viernes por la noche, ayer volvieron. Habían dejado enterrada una oveja para comérsela y han venido a por ella». Llega el ataque, además, en un momento muy complicado. «Con la pandemia hemos tenido muy poco trabajo. El pasado verano fue bueno, pero solo el verano. El resto del tiempo tuvimos que estar cerrados», un cierre marcado por las restricciones de la covid. El complejo rural Casas Prieto celebró su veinticinco aniversario el pasado 2 de abril «sin poder abrir» y el octavo cumpleaños desde que incorporó la granja. «Esto ha sido un mazazo. Estoy muy desanimado porque no sé qué va a ocurrir mañana. Seguro que vuelven», lamenta.
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