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Gloria Pomarada
Viernes, 8 de febrero 2019, 18:40
La confluencia de los ríos en Arriondas deja estos días una imagen curiosa: mientras que el Piloña baja de un color marrón, el Sella se mantiene cristalino. La diferencia de tonalidad se remonta río arriba, concretamente a la zona de Arobes donde se están realizando las obras de reparación del hundimiento que destrozó un tramo de la vía del tren y parte de un carril de la N-634. Desde el Ayuntamiento parragués señalan que la turbidez se registra desde días atrás y se debe a esos trabajos, que implican la construcción de una escollera y el consiguiente movimiento de tierras.
Por su parte, en el resto de río Piloña la situación de las aguas no presenta alteraciones. Tampoco el Sella se ha visto afectado especialmente por la situación, pues el afluente y sus aguas cobrizas siguen su propio curso sin llegar a mezclarse con el río principal.
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