El Sella destroza el pantalán del Descenso

Doblado como si fuera de papel. Así quedó ayer por la tarde el pantalán instalado junto al podio de los Vencedores del Sella, en Ribadesella. Fue la enorme fuerza del río la que arrancó y partió en varios trozos la infraestructura, que habitualmente utiliza una empresa de turismo activo para el alquiler de motos acuáticas y que también es la zona de desembarque que se venía usando en las últimas ediciones del Descenso Internacional del Sella.

También en Ribadesella, las persistentes lluvias provocaban un nuevo argayo en la carretera del faro, que tuvo que quedar cortada al tráfico. Además, el desprendimiento hizo que desde el Ayuntamiento decidiese desalojar las viviendas ubicadas en la ladera afectada. Se trata de una treintena de chalés, aunque en esta época del año solo cuatro de ellos se encontraban habitados. Según explicó el concejal de Obras y Servicios, Enrique Gancedo, el desprendimiento es mayor que el registrado en la misma zona el pasado febrero. «Ahora hay dos puntos afectados, el del año pasado y esta nueva más próxima a las viviendas sociales de Monte Somos», indicó.

La capital riosellana protagonizó también una de las anécdotas del día, después de que un grupo de vecinos se adentrase en la zona de La Mediana, completamente anegada, para rescatar un rebaño de vacas que el agua había dejado atrapadas en las inmediaciones de La Huertona. Los treinta animales fueron guiados a tierra firme por sus propietarios, Roberto y Mario del Labrador, con la ayuda de dos amigos subidos en una canoa y otro grupo que echó una mano con el agua hasta la cintura.

El temporal que estos días asola el Norte peninsular también generó incidencias en otros concejos, como Parres, donde las clases tuvieron que ser suspendidas tanto en el colegio como en el instituto. Ambos centros sufrieron leves inundaciones en sus plantas bajas.

En Nueva de Llanes la crecida del río se llevó por delante parte de la carretera que da acceso a la playa de Cuevas del Mar, que quedó cortada al tráfico, y también quedó inundada la estación depuradora de Pendueles-Buelna.

Asimismo, el Ayuntamiento procedió a paralizar las obras del proyecto de renovación del saneamiento y mejora de infraestructuras de la calle Pidal de la villa. Las lluvias torrenciales provocaron también infinidad de argayos de diferentes envergaduras a lo largo y ancho de la comarca. Fue el caso, por ejemplo, de un desprendimiento de tierra y árboles que mantuvo cortada durante horas la carretera que une las localidades de Villanueva (Ribadedeva) y Panes (Peñamellera Baja). En la localidad de Vilde, en Ribadedeva, el nivel del agua subió de forma crítica a media tarde, inundando parques y viviendas. También entró en varias cuadras de Sotres, en Cabrales, el torrente en el que quedó convertida la carretera.

En Cangas de Onís el río Sella se desbordaba en el paseo que discurre hasta la localidad de Villanueva, en la parte posterior de la zona escolar, obligando a cortarlo. También en Ponga se registraron incidentes, con cortes en la carretera de Casielles, argayos en la de Viboli y balsas de agua en San Ignacio, Abiegos, Tarenes y Sobrefoz. Siguen asimismo presentes los problemas con la señal de televisión en varias localidades del concejo pongueto.