El ocio nocturno asturiano se blinda contra un nuevo 'caso Alves'

En la decisión de la jueza para privar de libertad a Alves no solo ha tenido peso el hecho de que la doble nacionalidad del jugador facilita una posible huida del país, sino la narración de los hechos de la víctima, respaldados por la actuación de la discoteca. Porque la sala tienen en marcha un protocolo antiagresiones, muy similar al 'Ask for Angela' que el Reino Unido implantó en 2016.

Acudir a la barra y preguntar por Ángela pone en marcha un sistema de protección que comienza avisando al personal de seguridad para que haga abandonar el local al acosador o, en casos graves, acompañar a la víctima a un lugar tranquilo y retener al agresor hasta que llega la Policía. En el caso de la discoteca barcelonesa, se precintó el aseo donde se produjeron los hechos y se aseguraron las grabaciones de la cámara de seguridad. No pudieron impedir la marcha del jugador de la discoteca porque cuando la víctima logró salir del aseo, él ya se había ido. No obstante, la actuación de la sala sirvió para proteger las posibles pruebas y para que la joven hablara casi de inmediato con los Mossos d'Escuadra tras el aviso de la discoteca. Una cámara de un agente captó la versión de la víctima in situ.

«Estamos al tanto del protocolo de origen anglosajón, pero, desde nuestro punto de vista, sería más correcto utilizar los avisos gestuales que ya existen y se vienen usando mediante las manos», explicó Paco Fernández.

En estos momentos, «tenemos ya elaborado un anteproyecto de protocolo de protección anti agresiones a la mujer en discotecas y bares de ocio nocturno, para presentarlo de forma inminente ante el Gobierno del Principado». Porque el objetivo que tienen los empresarios del ocio nocturno asturiano «es que haya un protocolo regional, común a todas las localidades». No obstante, su protocolo también lo presentarán a los ayuntamientos asturianos y buscan, también, «involucrar en el desarrollo e implantación a la Policía Nacional y el servicio del 112».

Un paso adelante el de la asociación que, no obstante, cree que «debemos aspirar a tener un único protocolo a nivel nacional, teniendo como base, el que marque la patronal de sector, España de Noche, e incluso que fuera extensible a cualquier otro ámbito o situación fuera de la noche y el ocio, siendo válido en la calle o por ejemplo, en una tienda de ropa o cafetería».

Desde 2019, en los escaparates de los locales de hostelería y hotelería gijoneses ya se puede ver un distintivo que indica que el establecimiento «no tolera las agresiones sexistas». Es una mano de color malva que lleva un lazo en el dedo meñique que señala al local como «refugio para las víctimas».

El protocolo, creado por el Ayuntamiento de Gijón, que se esconde tras la pegatina incluye dar atención a la víctima que pida ayuda. El personal ha sido formado en casos de violencia sexista y deben tranquilizarla, mientras se da aviso de lo ocurrido al 112. En caso de una agresión sexual, el personal se ocupa de que no se pierdan ninguna de las pistas que el agresor haya podido dejar.

Calmar y acompañar a la víctima. Es lo primero que deben hacer los hosteleros ante un caso de acoso, agresión o violencia sexual en su establecimiento, tal como se recoge en un protocolo de actuación que conocieron ayer durante la sesión formativa por unas fiestas seguras que tuvo lugar en el salón de recepciones del Ayuntamiento.

También en 2019, en Avilés el colectivo Xurtir, ofreció cursos de formación entre la hostelería y comercio de la Villa del Adelantado para formar en protección de agresiones sexistas.

Desde el 25 de noviembre de 2020, el Principado centraliza todos los casos de agresión sexual en el Centro de Crisis abierto en Oviedo. Un equipo formado por seis abogadas y seis psicólogas, al que se ha sumado otra pareja de profesionales para atención específica a menores, atiende a todas las víctimas de agresión, tanto presentes como pasadas. El teléfono 677 985985 está en funcionamiento 24 horas todos los días del año.