Secciones
Servicios
Destacamos
RAMÓN MUÑIZ
GIJÓN.
Lunes, 9 de enero 2023, 00:30
Si en 2022 la principal obra lanzada para modernizar las cercanías de Asturias fue la renovación de la línea Gijón-Laviana, este curso le sucederá en ese mérito la de Lena-Oviedo. El Ministerio de Transportes, a través del Adif, comenzó en 2018 a ... planificar una actuación cuyo objetivo principal es «recuperar la calidad de la vía, obsoleta por el paso del tiempo», según reconoce el proyecto cuya licitación se ha anunciado para primeros de año.
La intervención tenía un presupuesto estimado en los 71,31 millones antes de la escalada de la inflación y afecta a un tramo estratégico para Asturias. Entre Pola de Lena y Soto del Rey la infraestructura presenta un grado de saturación superior al 75% entre las 12 y las 15 horas, y entre las 18 y las 21. El resto de la jornada se mueve entre un 50 y un 75% de congestión. Según el manual de capacidades de Adif los datos le convierten en el tramo más saturado de la red de ancho ibérico de Asturias, y uno de los principales a nivel nacional.
Uno de los retos del proyecto consiste precisamente en compatibilizar ese elevado paso de trenes de cercanías, regionales, servicios Alvia y mercancías, con los trabajos de sustitución de carril, traviesas, balasto, postes, reajustes de catenaria, ampliación de andenes y mejora de túneles. De entre todas las alternativas posibles, el planteamiento con el que trabaja Adif pasa por concentrar la obra los fines de semana, en bandas de actividad de 53 horas. Para trabajar con mayor seguridad prevé un corte del tráfico ferroviario en todo o parte del tramo desde la noche del viernes hasta la madrugada del domingo al lunes.
La restricción ha caído como un jarro de agua fría en determinados círculos políticos y ferroviarios. Las obras tienen una duración estimada de tres años y once meses y amenazan con limitar el provecho que se esperaba sacar de la apertura de la variante de Pajares. Adif acelera para poner en servicio el nuevo acceso ferroviario a la región en el primer semestre de este año. Aunque a la infraestructura y a su tramo precedente (León-La Robla) le quedan dos años más de trabajos para culminar sus proyectos, la apertura de la variante basta para cambiarlo todo. Permitirá al tren competir con el avión a Madrid y generar una nueva relación de servicios rápidos con León.
Esas posibilidades, en las que el Principado está basando una campaña de turismo, quedan ahora matizadas por las obras de reforma entre Lena y Oviedo. De salir adelante la obra en los términos en los que la tiene definida el Adif, los viajeros que entren y salgan de Asturias por la variante de Pajares los fines de semana se verán en la obligación de hacer un transbordo por carretera para salvar la zona de obras. Parte del tiempo ahorrado gracias a los túneles en los que se ha invertido 4.000 millones, se perdería entre la parada, la recogida de la maleta, ir al autobús, ocupar el asiento, hacer el trayecto y volver al tren.
Cada alternativa de actuación tiene su coste y su beneficio. Tratar de hacer la reforma con el tráfico ferroviario en servicio implica que sus rendimientos serían más lentos, la obra tardaría más en terminar, y durante ese periodo los trenes deberían circular a menor velocidad. Cortar el tramo entre semana perjudicaría a los trabajadores que usan el cercanías en días laborales y al tráfico de mercancías. Optar por el fin de semana carga esa factura sobre todo a los turistas.
Adif ha avanzado las restricciones que activará en la infraestructura y, salvo presión política que le haga variar de esquema, lo que le tocará a Renfe antes de que empiecen las obras es preparar un plan de transbordos de envergadura. El sábado y el domingo por el tramo Lena-Oviedo está ahora programado el paso de 67 trenes de pasajeros. De ellos 46 son cercanías de la línea C-1, 14 son servicios Alvia, cinco regionales, uno un Media Distancia y el último un Intercity. Para todos ellos deberá preparar autobuses con los que salvar la zona de obras, cada fin de semana, el tiempo que duren los trabajos.
La reforma afecta a 25 kilómetros de la vía 1 y 29,2 de la vía 2, segmentos en los que se sustituirá el balasto, el carril y las traviesas. Queda fuera de su ámbito la puesta al día del túnel de El Padrún, actuación que necesita cortar el paso 13 meses y desviar todo el tráfico por la única vía libre fuera del tubo, lo que supondrá otro quebradero de cabeza para la operativa.
En total hay diez túneles que sí se han incluido en el proyecto. En ellos se ampliará el gálibo mediante rozado de la bóveda, rebaje de la rasante y ejecución de nichos para albergar los soportes de la catenaria. El proyecto aprovechará para ampliar hasta los 210 metros la longitud de los andenes de Mieres-Puente, que ahora son de 118 y 191 metros. También se modificarán los andenes en Ujo y se refromará la pasarela peatonal del mismo punto.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.