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Una vez abierta la variante ferroviaria de Pajares en noviembre de 2023, la gran obra pendiente en la red asturiana es la variante de ... Villabona. De la actuación se espera que acorte en unos cinco minutos el viaje en tren entre Gijón y Oviedo, aproximándolo a los 20 minutos, además de lograr por primera vez circulaciones directas de ancho convencional entre Gijón y Avilés y ampliar la capacidad de un tramo cuya congestión perjudica a las mercancías. En 2019 el Ministerio de Transportes encargó a la consultora Prointec la redacción del estudio informativo, con 24 meses de plazo y 399.251 euros de presupuesto. El trabajo desembocó en un primer trazado en 2022 que espantó al Principado. El dibujo «arruinaría más de 300 viviendas», algunas de reciente factura, advirtieron desde el Gobierno asturiano.
El anterior equipo ministerial comprendió que era conveniente darle una nueva vuelta y decretó la suspensión del expediente, con el presupuesto vinculado al contrato ya casi agotado. El actual se ha metido manos a la obra para desenquistar la que debe ser la clave de bóveda para modernizar la red asturiana y cumplir los parámetros técnicos que la UE exige a los tramos que forman parte del Corredor Atlántico. El pasado 23 de octubre reactivó los trabajos acordando un modificado de contrato que amplía en 125.819 euros la factura y en nueve meses su plazo. Una vez fijadas las nuevas condiciones, la Subdirección General de Planificación Ferroviaria se volvió a sentar con los técnicos de Prointec para redefinir el asunto.
Fuentes próximas al expediente confirman que se está avanzando y ya hay sobre la mesa un primer rediseño que empieza a cumplir los objetivos propuestos. En su flanco sur el nuevo dibujo inicia la variante desde la estación de Lugo de Llanera. La fórmula logra así preservar esta parada para los trenes que circulen entre Oviedo y Gijón, algo que con el dibujo anterior se perdía. Al norte de la estación los técnicos proponen ahora mantener los dos túneles que hay en Villabona (que tienen unas obras de reforma en licitación) y dedicarlos al tráfico entre Oviedo y Avilés y la circulación de mercancías. Para el movimiento de viajeros con origen o destino en Gijón se plantea hacer un túnel bitubo o dos túneles nuevos, al este de los actuales.
El replanteamiento se viene madurando y los primeros encajes han logrado minimizar los terrenos y viviendas a expropiar. De paso se habría logrado rebajar el presupuesto estimado. El último conocido, antes de este rediseño, andaba en los 296 millones, según reflejó la presentación del Corredor Atlántico en Asturias hecha el pasado lunes. El nuevo presupuesto se espera que quede por debajo de los 270.
Queda aún trabajo de despacho por hacer. En Transportes asumen que es una obra estratégica para Asturias pero prefieren alargar la fase de diseño con tal de dar con una solución que mejore el rendimiento desde el punto de vista de la explotación ferroviaria y minimice las afecciones a los vecinos. Bajo esa premisa siguen trabajando mano a mano los técnicos del ministerio y los de la consultora para analizar qué beneficios y qué perjuicios ofrecerían determinados reajustes en los radios de curva.
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Con todo, y según las fuentes consultadas, se estaría ahora en una labor de ajuste más fino tras haber alcanzado encajes de trazado sobre el terreno que ya reducen en mucho las afecciones que planteaba el anterior esquema.
El modificado de contrato establece anualidades para 2024 y 2025, de lo que cabría deducir que la intención sería disponer de un estudio cerrado este año, pero lo cierto es que los plazos apremian. Se está, queda dicho, aún afinando el trazado y la solución constructiva planteada; una vez acordada, toca hacer evaluaciones técnicas internas antes de darlo por aprobado.
Cuando se alcance ese punto, se someterá a información pública. Estudiadas las alegaciones toca darle la versión definitiva y solicitar la autorización ambiental, para, a continuación, redactar el proyecto de obra. Es decir, a la tramitación le quedan por delante un mínimo de cuatro años antes de la primera piedra.
La variante está así llamada a tomar el relevo de una obra cuya licitación sí está prevista este año: la renovación integral del tramo Lena-Oviedo.
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