Nuria Varela, en su despacho de la Dirección General de Igualdad. MARIO ROJAS

«Ningún niño nace violador. Si viola a los 15 años es que algo hacemos mal»

Nuria Varela | Directora general de Igualdad ·

«Mi gran objetivo de legislatura es desarrollar el programa 'Coeducastur'. No se trata de formar en feminismo sino de sacar el machismo de las aulas»

LAURA MAYORDOMO

OVIEDO.

Domingo, 17 de noviembre 2019, 04:44

Dice Nuria Varela (Turón, 1967) que puede ser por deformación periodística, pero le gustaría ver un cambio en las informaciones sobre la violencia de género. «Que el foco se ponga en las causas, en los culpables, en los asesinos, en el inicio del proceso y no en el final». Solo abordando el problema de raíz, afirma, se podrá atajar. Para ello, insiste, es imprescindible trabajar en la educación -desde las aulas de 0 a 3 hasta la Universidad-, para que acabe calando la cultura de la igualdad entre hombres y mujeres. Ese será su principal objetivo como directora general de Igualdad del Principado.

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-¿Cuánto tardó en aceptar el ofrecimiento?

-Bueno, cuando te hacen este tipo de propuestas nunca te dan mucho tiempo... Le di vueltas porque suponía dos retos. Por un lado, hacerme cargo de las políticas de igualdad, con las que llevo comprometida toda mi vida pero no desde el ámbito del gobierno. Y el otro, regresar a mi tierra, de la que llevaba fuera más de treinta años. Acepté porque la propuesta era muy interesante. Y, por supuesto, un honor.

-Lleva diecisiete años escribiendo sobre mujeres y violencia de género. ¿Qué figuras resultaron clave para que el feminismo prendiera o despertara en usted si es que estaba latente?

-Yo soy hija de la cuenca minera en unos años de muchísima lucha por un futuro que era muy incierto, por tanto soy hija de un pensamiento crítico al que siempre le faltaba algo, por lo menos a mí me faltaba. Con dieciocho años me fui a Madrid a estudiar Periodismo. En una conferencia de una líder tunecina me identifiqué perfectamente con ella, me dio las claves para comprender que lo que me faltaba durante todos esos años de adolescencia en los que vas conformando tu pensamiento político era el feminismo. Aquel día lo vi claro.

-Quince años después de la aprobación de la ley integral contra la violencia, ¿en qué se ha avanzado?

-Ha cambiado la visibilización de la violencia, que hasta entonces era algo vergonzante, oculto, que no se denunciaba y se había normalizado por completo en las relaciones familiares. La ley saca a la luz buena parte de esa violencia y ofrece además herramientas muy potentes, como la delegación del gobierno contra la violencia de género o los juzgados especializados, y además reconoce derechos a esas mujeres víctimas.

-¿Algún pero?

-Es una ley muy buena pero que hay que cumplir. El déficit en violencia no lo tiene la ley sino la falta de cumplimiento de esa ley.

-La violencia de género se mantiene. 50 víctimas llevamos este año...

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-No solo no se erradica sino que periódicamente surgen resistencias a su erradicación. Hay un doble discurso. Todo el mundo dice que está en contra de la violencia pero por otro lado no se demuestra con hechos. Todavía no está clara en la sociedad la relación que hay entre igualdad y violencia. Estamos poniendo mucho foco en la violencia, cuando es el final del proceso, es la consecuencia de la falta de igualdad. Por eso hay que poner más el foco en conseguir la igualdad.

-¿Qué es lo que hay que mejorar?

-En este momento no hay ni un solo indicador que nos hable de igualdad en este país, ni económico, laboral, del tiempo dedicado al ocio, de carga de trabajo, por supuesto tampoco de violencia... El único indicador positivo es el número de mujeres en las aulas universitarias. Pero en cuanto profundizamos vemos que los estereotipos de género siguen, que ellas estudian unas carreras y ellos otras, curiosamente las mejor valoradas.

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-¿En qué horizonte augura el final del patriarcado?

-Está lejos. Sin duda es mi mayor deseo. O seguimos trabajando duro para conseguir la igualdad y enfrentamos la potentísima reacción patriarcal, especialmente la ultraderecha que tenemos encima, o no lo vamos a ver.

-¿La subidas de Vox en las últimas elecciones tiene que hacer temblar a las mujeres?

-Tiene que hacer temblar a toda la sociedad. El discurso de Vox cuestiona la propia democracia, no respeta la Constitución ni las leyes en vigor.

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Formación

-Las unidades de valoración forense están teniendo más trabajo del que pueden asumir. ¿Se reforzarán?

-Sí. No entra dentro de mis competencias, sino de las de Justicia, pero ya hemos tenido reuniones al respecto y sí, vamos a reforzarlas.

-En Asturias hay un único juzgado dedicado a casos de violencia sobre la mujer, el Penal 4 de Oviedo. ¿Debería el Principado reclamar más órganos judiciales especializados?

-Lo que hay que reclamar es que todo el mundo que trabaja en violencia de género esté bien formada. Especialmente, el personal de los juzgados, los equipos psicosociales, los abogados, sobre todo los de oficio... La formación ha sido voluntaria, algo inimaginable en juzgados de otro tipo. Es una de las medidas incluidas en el pacto de Estado y una de mis prioridades.

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-¿Qué otros objetivos se marca?

-El gran objetivo es desarrollar el proyecto de coeducación del Principado, 'Coeducastur', en colaboración con la Consejería de Educación. Como sociedad, nuestro gran fallo ha sido no haber sabido consensuar los valores fundamentales que tienen que estar en el aula en todas las etapas. Eso es lo más importante. Yo no quiero seguir contando víctimas, quiero que no haya más víctimas. Por eso hay que educar en igualdad para vivir en igualdad. Además, la educación es la mejor medicina contra la violencia de género.

-¿Se va a formar a los docentes en feminismo?

-El problema ahora mismo en el aula es que tenemos clases mixtas pero no coeducativas. Y eso ocurre desde el 0 a 3 hasta la Universidad. El aula tiene una mirada endocéntrica y hay que acabar con ella, porque es la que distorsiona el mundo. Los niños y las niñas hablan en masculino y femenino; es la escuela la que los forma para que acaben hablando solo en masculino y para que valoren solo lo masculino. No se trata de formar en feminismo sino de quitar el machismo de las aulas.

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-¿En qué va a consistir ese plan de coeducación?

-Será un plan amplio. La idea es tenerlo el año que viene y que empecemos a implantarlo como proyecto piloto en doce centros. Después se evaluará su funcionamiento y al curso siguiente se implantaría en otros doce. Habrá que hacer formación del profesorado, proporcionar materiales didácticos para el aula, revisar todo lo que estamos haciendo... Se hará de forma progresiva y evaluada.

-¿En todos los centros?

-Públicos y concertados, pero invitaremos también a los privados porque pensamos que es algo positivo.

-La clave, entonces, es incidir en la educación.

-Educar en igualdad, respeto, tolerancia, en saber resolver situaciones... Respeto, respeto, respeto. Es el arma más valiosa que podemos dar a las nuevas generaciones. No hay ningún niño que nazca maltratador ni violador. ¿Qué demonios estamos haciendo para tener violadores con catorce, quince o dieciséis años? Algo estaremos haciendo mal, ¿no? Por eso para mí esa es la prioridad: la educación.

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-¿Más objetivos?

-Vamos a hacer una macroencuesta sobre violencia de género en todo el Principado. Es una herramienta muy importante que tenemos a nivel del Estado. Lo que pasa es que en esa encuesta nacional, que se hace cada cuatro años , la muestra de mujeres en Asturias es muy pequeña. No llega a 250 entrevistadas, con lo cual eso nos da pocas pistas. Para hacer buenas políticas hay que tener buenos diagnósticos y eso es lo que pretendemos con esta macroencuesta. Tenemos que saber dónde estamos, poniendo el foco especialmente sobre las mujeres en el ámbito rural, de las que desconocemos su situación; qué está pasando con las mujeres jóvenes, esa franja entre los 14 y 17 años, que nos preocupa especialmente, y también con las mujeres con discapacidad.

-¿A cuántas mujeres se pretende encuestar?

-Queremos tener una muestra de 3.000 personas mayores de quince años de toda Asturias. Tomaremos como base el cuestionario de la macroencuesta nacional que hace el CIS. Tenemos ya constituido un grupo de trabajo y otro a nivel nacional que vamos a reunir aquí precisamente para ajustar ese cuestionario.

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-El año pasado, 2.723 mujeres denunciaron ser víctimas de violencia de género en Asturias. El sistema Viogen considera que seis de ellas están en alto riesgo y una en riesgo extremo. ¿Están suficientemente protegidas?

-Eso espero. Una de las primeras reuniones que tuve al llegar fue sobre el Viogen. Lo que sí creo que se está haciendo muy bien es la coordinación. Y ese es un mérito de la Delegación del Gobierno.

-Ninguna de las tres víctimas mortales del año pasado habían denunciado. ¿Se protege en Asturias a las víctimas de malos tratos aunque no haya denuncia?

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-Si el sistema las detecta sí. Si no hay una denuncia tiene que haber otra forma de saberlo. Una ventaja es que aquí, a diferencia de otros territorios, la red de casas de acogida acoge a todas las mujeres que lo necesitan.

-La cifra de mujeres atendidas en la red no ha dejado de crecer desde 2012. La Casa Malva está saturada la mayor parte del año. ¿Habrá más plazas?

-Si no trabajamos en igualdad, si no paramos la violencia, nunca vamos a tener recursos suficientes contra la violencia. Por supuesto todas las víctimas tienen derechos y tenemos que asegurárselos, empezando por la vida, pero el objetivo es la prevención. Hay que erradicar la violencia y para eso hay que trabajar en el inicio del proceso, no en el final.

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