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«Los hijos e hijas de maltratadores sufren secuelas a lo largo de su vida»

«Es prioritario atenderlos. Es, además, una forma de prevención porque la violencia de género pasa de generación en generación»

L. M.

GIJÓN.

Domingo, 17 de noviembre 2019, 04:41

La jornada del 25-N de este año está dedicada a la violencia vicaria, la que se ejerce sobre los hijos de las mujeres maltratadas.

-¿Eran víctimas invisibles?

-Más que invisibles, intocables. Porque, hasta el pacto de Estado, los maltratadores tenían que dar su consentimiento para que se tratara a estos niños y niñas... Aberración tras aberración. Esta cultura patriarcal tan favorable a los padres por encima de los derechos de los menores impedía que se pudiera trabajar psicológicamente con ellos, que se les pudiera sanar. Todavía hoy es difícil quitar a los maltratadores la patria potestad o las visitas. Aún es muy difícil proteger a los hijos y a las hijas de los maltratadores. Se ha avanzado muy poco.

-¿Cómo se atiende en Asturias a esos niños?

-Este año se ha incrementado con seis psicólogas el personal de los Centros Asesores de la Mujer, y seguiremos haciéndolo toda la legislatura, y es precisamente para que además de tratar a las mujeres, se les pueda atender . Es un déficit que hemos soportado porque la ley no lo permitía, pero con el Pacto de Estado ya se puede hacer. Vamos a dedicarle todos los esfuerzos que podamos. Es prevención, porque la violencia de género pasa de generación a generación. Es prioritario atender a los hijos e hijas de maltratadores, curarlos, conseguir que tengan una vida libre de violencia y crezcan sanos.

-¿Está demostrado que los patrones de violencia se reproducen?

-En un porcentaje elevadísimo. Pero No solo eso. Yo hice un estudio justo antes de incorporarme al Gobierno y el 100% de los hijos e hijas de maltratadores ya adultos con los que me entrevisté tenían secuelas psicológicas y el 95%, físicas.

-¿Qué tipo de secuelas?

-Alteraciones del sueño, de la alimentación, miedos, dificultad para manejar emociones, para controlar su propia violencia... hasta problemas de piel. Son víctimas directas en los dos sentidos. Por un lado reproducen la violencia, la pasan de generación en generación. En un porcentaje muy elevado, hijos de maltratadores son maltratadores e hijas de maltratadores acaban siendo mujeres maltratadas. Estos niños y niñas tienen problemas a lo largo de su vida precisamente porque hasta ahora no se les trataba.

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