Inicio del siniestro. Una excavadora aprisiona desperdicios y tres minutos después hay llamas en ellos. G. C.

La nave incendiada en Cogersa tenía basura «de todo tipo, tamaño y peligrosidad»

Los agentes sospechan que una batería de litio causó en tres minutos el incendio de la 'Plantona'. La juez archiva de nuevo la investigación penal

Ramón Muñiz

Gijón

Jueves, 31 de octubre 2024, 01:00

En los próximos días está previsto que Valtalia inicie las obras de reparación y mejora de la 'plantona' de Cogersa, una actuación por la que el consorcio desembolsará en primera instancia 14,7 millones. Su intención, en base a un informe que le ... hizo la consultora Pluvia Risk, es formalizar una reclamación para que una parte de esa factura la asuma Tragsa, la empresa pública a la que había delegado la selección y gestión de la plantilla que atendía las máquinas y explotaba la nave. El auditor de Cogersa sostiene que los trabajadores de Tragsa habrían hecho un acopio indebido de botes de pintura de barco y que eso fue lo que facilitó un incendio rápido.

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El informe técnico que la Guardia Civil presentó ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón hace un relato de hechos distinto. El especialista del departamento de incendios del laboratorio de criminalística con base en La Coruña señala que visitó la zona del suceso el 7 de mayo pasado, dos semanas después del incendio.

Al llegar se encontró con que para sofocar el fuego se había sacado al exterior de la nave toda la basura que había dentro, «formando un apilamiento de 1,7 metros de altura». La nave se destinaba a recibir «diversos tipos de residuos inorgánicos sin clasificar». Había materiales carbonizados y otros que no, todos mezclados. «Se observa que la diversidad de materiales es muy grande, existiendo residuos inorgánicos de todo tipo, tamaño y peligrosidad», describe. Hay mecheros, tóners de impresora, botes de aerosoles, otros botes que «por su forma son similares a los utilizados en pinturas, barnices, disolventes, etcétera».

El agente observa, describe, pero no desescombra ni pasa por el laboratorio esos desperdicios. Se concentró en seguir las marcas del fuego para determinar su trayectoria, y luego revisó lo que habían grabado las cámaras aquella mañana del 24 de abril.

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La nave de voluminosos no está especialmente atestada. A las 10.49 entra el último camión de Cogersa y, con ayuda de una grúa, descarga materiales sobre el suelo y se va. Un operario de Tragsa, con una pala excavadora, llega a las 11.20 y empuja los desperdicios para unirlos a otro acopio. A las 11.22 aprisiona con su cazo el montón y reduce sus dimensiones. Tres minutos después el vehículo sale de la nave y «comienza a ser visible una ligera columna de humo». A las 11.26 se ven las llamas y tres minutos después toda la estancia se ha llenado tanto de humo que ya no se divisa nada.

Las obras de mejora dotarán al espacio de rociadores y cámaras de temperatura que reaccionen de forma automática ante una secuencia así. También aislarán mejor los acopios de basura.

El agente sostiene que al haber sido limpiada la zona durante las labores de extinción «es totalmente imposible poder determinar con exactitud cuál ha sido la fuente del fuego causante del inicio del incendio». Como hipótesis «más probable» cree que entre la basura había una batería de litio; cuando se rompen sus componentes internos crean corriente directa, «lo cual produce una gran cantidad de calor» que puede quemar los «materiales combustibles próximos». Dos perros adiestrados hicieron inspecciones distintas y ninguno detectó acelerantes en la nave.

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Tras analizar el informe, el Ministerio Fiscal solicitó el archivo provisional de la investigación, algo que aprobó la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón. La presidenta de Cogersa, Nieves Roqueñí, entregó el informe a Pluvia Risk para que lo coteje con sus conclusiones antes de seguir con la reclamación.

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