El ministro de Transportes sellará su compromiso con las cercanías asturianas

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Ramón Muñiz

Puente viene dejando caer que en su etapa quiere poner los servicios de transporte por encima de la obra civil, la conservación ganará peso respecto a la nueva obra, y se busca sobre todo potenciar la movilidad de proximidad y el tráfico ferroviario de mercancías.

En lo tocante a las cercanías asturianas, hereda una hoja de ruta con hitos inminentes que servirán para medir su grado de compromiso. El comisionado del Plan de Cercanías, Antonio Berrios, viene preparando una presentación de este programa de suma 1.500 millones de inversión. En los últimos meses ha estado inspeccionando la red y entrevistándose con ferroviarios y actores clave en la gestión de la infraestructura para reordenar las prioridades. Antes de que acabe el año toca iniciar la fabricación de las nuevas unidades de ancho métrico, activar la opción para encargar a CAF siete trenes más y dar luz verde a la licitación de otro contrato con el que renovar la flota. Eso y acelerar el paquete de obras asociado al plan.

Hay por tanto trabajo para los próximos meses, pero lo inmediato pasa por valorar el estreno de la variante. En un artículo incluido en la revista que hoy acompaña a este periódico, Puente subraya la inversión hecha por el Gobierno central para culminarla: «Queríamos una Asturias más próxima y más pujante y el esfuerzo ha merecido la pena».

Con la variante «se ahorrarán miles de horas de viaje y de emisiones de CO2 con unas perspectivas de captación de usuarios que en solo un año estimamos que lleguen a los 1,25 millones de viajeros, un 50% más que en 2023», estima. «Transformar así el país nos hace más fuertes».