El día después del Xiringüelu: 44 toneladas de basura y 'tesoros' para la estufa

Desde el puente de Peñaullán, en la AS-16, hoy se podían ver la resaca de la fiesta, que regresaba tras dos años de suspensión por la pandemia. Y es que en Pravia, y en Asturias en general, porque el Xiringüelu ya se ha hecho global, había muchas ganas de 'Xirin'. Fueron más de 44.000 personas las que el domingo se dieron cita en el Salcéu, concentradas en dos zona: la de las casetas de las peñas, ubicada entre el puente de la AS-16 y el del ferrocarril, y la de los participantes que acudieron a la fiesta sin formar parte de ninguna peña, que estaba ubicada entre el puente de la Feve y el antiguo campo de fútbol del Gomanil y a la que solo se podía acceder si se poseía una pulsera indentificativa adquirida previamente.

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El día después del Xiringüelu: 'tesoros' para la estufa y 44 toneladas de basura

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El día después del Xiringüelu trae consigo también mucha actividad en el prau. Hay mucho que hacer. Empezando por la limpieza de la basura: plásticos, botellas, cajas de sidra, cartones,... Hasta 44 toneladas de este tipo de residuos cree la empresa que se encargará de su retirada que se han acumulado en el Salcéu.

Pero no solo los efectivos de limpieza estaban por el prau. También, como es habitual, aquellos otros que acuden a lo que se llama como «supermercado del Xiringüelu». Son vecinos de la zona que acuden con sus coches y carros a hacerse con auténticos 'tesoros' que pueden encontrarse. Sin duda alguna el más habitual es la madera de las casetas de las peñas. «Tengo con esto pa buena parte del invierno para echar a la estufa», comentaba un vecino de Beifar. Pero no es lo único. También los toldos de plástico con las que las peñas cierran sus casetas sirven para nuevos usos en el campo, como para cubrir hierba o los cultivos para protegerlo de heladas. Congeladores o neveras que sirvieron para enfriar con agua y hielo la bebida el domingo, sillas de playa, barreños... Hasta sofás y bicicletas, se han llegado a encontrar en el día después del Xiringüelu.

Son algunos tesoros que pueden servir para ser reutilizados o, en el caso de las neveras o congeladores, para sarcarse algunos eurillos como chatarra.