Los responsables del Longboard emprenderán acciones legales

«No me queda más remedio, porque el quebranto que esto ha supuesto es enorme», ha admitido Hevia, quien formulará una reclamación patrimonial para que el ejecutivo local reembolse el montante invertido en la cita deportiva y lúdica. Una cuantía que, en su caso exclusivo, «es de unos 200.000 euros», a los que habría que sumar «todo lo que el concejo ha dejado de ganar al perder este evento, y que se sabrá con el tiempo».

Porque si algo tiene claro Hevia es que «el Longboard está muerto en Salinas. Lo han matado, porque nadie, ni patrocinadores, ni deportistas, volverá a confiar en nosotros». Esa situación nace, según ha afirmado hace escasas horas, de una decisión por parte del gobierno que «no acabo de entender. La documentación que presentamos es exactamente la misma que la de los años anteriores, y en el proceso habrá que revisarla y descubrir qué fue lo que se dejó pasar en las otras diecinueve ediciones».

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Sobre esa cuestión también se ha pronunciado esta mañana el equipo de gobierno, encabezado por la alcaldesa, Yasmina Triguero. La regidora ha negado que «la documentación aportada fuese la misma, aunque sí era semejante», y ha insistido en que «el contenido del proyecto no se ajustaba al de la memoria técnica». La razón de mayor peso para no otorgar la licencia, empero, ha sido el seguro de responsabilidad civil, «que solo cubría a cincuenta personas»; en ese punto ha cerrado filas con ella Iván López, concejal de Obras y portavoz del PSOE, quien ha sentenciado que «nadie quiere que se produzca otro Madrid Arena».

En cualquier caso, Triguero ha reiterado su voluntad de que el Longboard siga celebrándose en años venideros, y ha confirmado que «la ilusión sigue estando. Además, cualquier fin de semana es bueno para venir a Salinas, y el Campeonato de España, que es lo fundamental de este evento, se va a intentar salvar».