«Los bolos de hierba son muy pesados; con un mal movimiento y en un tractor pequeño, se puede liar una gorda»

«Estaba con unos amigos en un área recreativa en la que se ve la casa y la finca y en torno a las seis de la tarde empezamos a ver un montón de luces, que algo había pasado ahí. Un poco más tarde un familiar que vive cerca me llamó para contármelo», explica un vecino en las inmediaciones del domicilio del matrimonio.

Otro hombre que conocía a la familia «de toda la vida», explicó que durante la tarde de ayer, el matrimonio se encontraba realizando labores en su finca, tal y como normalmente solían hacer. «El tractor que ellos tienen es pequeño, así que solían mover los bolos de hierba enganchándolos con una cuerda. Se conoce que en uno de estos movimientos, aunque lleven toda la vida haciendo lo mismo, metieron una marcha que no era, o se movieron hacia delante o hacia atrás cuando no tocaba, y ahí fue cuando sucedió todo», comenta. «Los bolos de hierba son muy pesados, de unos 800 kilos, y claro, con un mal movimiento y en un tractor pequeño, se puede liar una gorda», añade el vecino. A pesar de que la finca es amplia, los hechos sucedieron a apenas diez metros de la casa.

Pasadas las 12 de la mañana, la policía judicial acudió a la vivienda para estudiar la zona del siniestro, y posteriormente también se dirigió hacia la vivienda un camión con pluma, previsiblemente para retirar el tractor. El cuerpo del fallecido continúa hoy en el Instituto de Medicina Legal a la espera de que se le realice la autopsia.

El trágico accidente se prdujo en la tarde del lunes, cuando Javier Estrada y su mujer, María Luisa Sariego, trabajaba en una finca cercana a su vivienda en la localidad de Peruyera. El matrimonio, muy querido y popular en el concejo de Villaviciosa, había dedicado su vida a la profesión de viveristas, un oficio que continúan sus descendientes y que se dedicaron hasta el final de sus días.

La tragedia les sorprendió cuando trabajaban en una de sus fincas, muy cerca de su vivienda. El tractor que conducía Javier Estrada se precipitó por una pendiente de varios metros después de que las ruedas perdiesen la adherencia al camino por el que circulaba. El hombre murió en el acto y su mujer, en el Hospital de Cabueñes al no poder superar las graves heridas sufridas.La voz de alarma la dio un vecino sobre las 17 horas. Los primeros en personarse en el lugar fueron los agentes de la Guardia Civil y a continuación los servicios sanitarios.

La voz de alarma la dio un vecino sobre las 17 horas. Los primeros en personarse en el lugar fueron los agentes de la Guardia Civil y a continuación los servicios sanitarios.