![Belarmina Díaz, una mujer de energía para culminar la transición de Asturias](https://s1.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2025/01/30/belarmina-k0BD-U230711153021mU-1200x840@El%20Comercio.jpg)
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La Consejería de Transición Ecológica es un hueso. Ninguna es sencilla, pero en ella se unen economía y medioambiente, tecnologías disruptivas y procesos tradicionales, intereses ... públicos y privados, la necesidad de inversiones millonarias y aspectos técnicos complejos; pasado, presente y futuro... De ahí que el presidente del Principado, Adrián Barbón, haya tirado de una mujer de la casa y muy conocedora de la Administración para sustituir a la actual titular, Nieves Roqueñí, que pasará a presidir el Puerto de Gijón. Le dará el relevo la hasta ahora directora general de Energía y Minería, Belarmina Díaz, Miny para todo el mundo, más allá de lo que ponga su carné de identidad, hasta el punto de que ha dejado de ser un apelativo cariñoso o para los más cercanos a ser el que aparece en cualquier convocatoria. Los que trabajan con ella la llaman, incluso, 'Superminy' por su carácter «infatigable».
Lleva ligada al Ejecutivo regional ya desde 2017, aún en la etapa de Javier Fernández como presidente, con un perfil especialmente técnico y siempre unido al ámbito de la energía y la minería, que ahora deberá ampliar a otros, aunque en la mayoría de los casos estrechamente relacionados con el anterior, como la industria, los recursos hídricos o los residuos.
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Asegura Barbón que es la persona idónea para ponerse al frente de la consejería – que cambia en su denominación Desarrollo Económico por Comercio– por su amplio «conocimiento del sector industrial y su amplia trayectoria en el mismo, en la gestión y en las relaciones con la Comisión Europea», a lo que añade «una comunicación directa con el Ministerio de Transición Ecológica y con el Ministerio de Industria».
Nacida en Astorga, en 1968, aunque con orígenes alleranos y asturiana de trayectoria y corazón, es ingeniera de Minas por la Universidad de Oviedo, en la especialidad de Energía y Combustibles. En la misma entidad académica se doctoró y también cuenta con un máster en Evaluación de Impacto Ambiental por el Instituto de Investigaciones Ecológicas y el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Málaga.
Antes de incorporarse al Gobierno regional como directora General de Minería y Energía, ejerció durante casi una década como profesora titular de la universidad asturiana, en el Departamento de Explotación y Prospección de Minas y, previamente, trabajó como ingeniera y consultora. A lo largo de su trayectoria, ha dirigido y participado en más de 75 proyectos de investigación en distintas comunidades y ha sido miembro de comités científicos nacionales e internacionales y evaluadora de proyectos europeos.
Quizás por ese bagaje, sobresalen en Miny dos aspectos clave en su nuevo papel: su capacidad técnica y también la didáctica, heredada de su etapa académica. No resulta en absoluto raro que, ante cualquier pregunta relativamente compleja, con datos de por medio, realice unos cálculos sobre la marcha para dar la respuesta correcta, prueba de su dominio y también de su pasión por facilitar la comprensión de temas áridos.
Amable en el trato y «peleona en los despachos», no da por perdida una batalla para intentar lograr algún objetivo, como fue incluir a las grandes empresas en los Fondos de Transición Justa, aunque implique desplazarse a Madrid o a Bruselas. Esa exigencia se traslada a su equipo, en el que no solo busca buenos técnicos sino personal de confianza.
Muy familiar, casada y con tres hijos –la mayor acaba de empezar una ingeniería–, en el lado personal destaca su perenne sonrisa, su energía y su carácter abierto, que demuestra en la relación diaria con amigos, compañeros, agentes sociales y periodistas. En sus dotes comunicativas, también en inglés, idioma que domina, tiene otra de sus fortalezas.
Aunque vive en Oviedo, en verano es habitual de la playa de San Lorenzo, donde la familia tenía incluso caseta, y en invierno, disfruta los fines de semana esquiando en Pajares con su marido, también ingeniero, y sus hijos. No come carne y disfruta bailando. Tiene predilección por el flamenco, sin desdeñar el reguetón. Además, se mantiene vinculada a Aller, de cuyo pregón de las fiestas de los Humanitarios de San Martín se encargó en 2022. En él recordó sus visitas de niña a la casa de su abuela, cerca de Cabañaquinta; las historias de la mina que escuchaba entonces; la primera vez que bajó a un pozo, el San Antonio, o la ocasión en la que llevó a sus alumnos al Santiago. También puso el foco en el objetivo de su labor en el Principado, realizada «para lograr que el cierre del carbón se convierta en oportunidad, para embellecer más aún esta tierra hermosa y para generar oportunidades de transición y de reactivación».
Subrayan los que la conocen en el ámbito profesional, que empieza cada jornada con un café, «el desorden ordenado» de su despacho, el perfil humanista que aportará a una consejería tan técnica y, a la vez, su profundo compromiso y apego a Asturias. No lo tendrá fácil. De sus competencias dependerá parte del futuro económico de la región, que la transición energética no se convierta en una nueva reconversión. A favor, sin embargo, tendrá su vasto conocimiento de la Administración autonómica y de las claves de la consejería, así como de los grandes retos a los que se enfrenta Asturias en esta materia.
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