Manuel Campomanes y Ángel González, los primeros maquinistas

Nacido en Oviedo, en 1974, el primer maquinista que pasa un tren lleno de viajeros por los túneles de Pajares es hijo de un conductor de Campomanes, de los que llevaron locomotoras de vapor por la rampa. Su madre es de Puente de los Fierros. Su abuelo fue jefe en esa estación. Tiene hermano y sobrinos en el sector. «Soy de un sitio donde se vivía del ferrocarril, la minería y el campo. Estar aquí en la variante representa mucho», confía.

Pasada la impresión, le inundó la profesionalidad. «Como maquinista, estoy en representación de una familia muy grande, los ferroviarios, que van desde la gente de limpieza a los de talleres, los comerciales, el personal de tripulación, los interventores. Mover trenes es un trabajo en equipo», explica González. Tocaba centrarse. Tocaba «intentar estar a la altura de tantos que han pasado por la rampa y representarles bien. Al final llevar la máquina en una inauguración supone la misma responsabilidad que todos los días, siempre llevas a personas. Lo único que cambia es la puesta en escena».

Por su tiempo en Renfe se interesaron el Rey Felipe VI y el presidente Pedro Sánchez el rato que compartieron en la cabeza tractora. «Fueron muy agradables, me preguntaron cómo es conducir por la rampa, los datos de las tensiones, las velocidades y las potencias. Datos muy técnicos como los detectores de caída de objetos», dice, a tren pasado.

El expediente le sitúa en la primera promoción externa, la de 2007, conocidos en algunos círculos como 'los de West Point'. Se inició en mercancías en Vicálvaro, luego estuvo en cercanías en Fuencarral y en 2014 regresó a Asturias, llevando mercancías. Ha llevado cercanías por Asturias y, desde 2019, anda con el Alvia Gijón-Madrid.

Admite que circular por la rampa «impresiona. Los paisajes los echaremos de menos», dice con la emoción en la voz. «Pero esos túneles son de 1884 y ya dieron bastante servicio. El salto en seguridad, que es lo primordial, es mayúsculo». Para habilitarse en la nueva línea, pasó dos jornadas de formación teórica en aula y seis pasadas por sentido.

Para Campomanes, ir de mando en la máquina ayer era «el broche a toda una carrera». Es de las promociones que entraron desde el Ejército. Fue jefe del Euromed en Barcelona y hace unos quince años regresó a Asturias. Son los que estaban en la cabeza tractora. En el resto de coches vigilaban que todo saliera bien 21 profesionales de Renfe (seis de ellos asturianos), con Diego Villaverde y Sara López de interventores y Alberto Sánz de jefe de tripulación.