Luarca se prepara para acoger a más de 300 personas evacuadas

Mucha profesionalidad y suerte está haciendo falta para evitar una desgracia. Las lenguas de fuego avanzaban anoche a una velocidad que no recordaban ni los que habían vivido otras oleadas de incendios forestales, cercando poblaciones, cortando vías de escape, obligando a replantear las evacuaciones. El Ayuntamiento de Valdés y los voluntarios de Protección Civil echaban el resto para llevar material al Polideportivo, en el que se montaba un primer albergue de acogida a los vecinos que huían de las zonas de montaña. «Estamos preparándolo para acoger a unas 300 personas, pero como el fuego ha cruzado la autovía del Cantábrico nos está costando mover el material», confirmaba Clara García, concejal de Servicios Sociales. Cada hora llegaba el aviso de una nueva población evacuada. A las 22.38 se cifraban en 174 las personas sacadas de sus casas y en 39 los inmuebles desalojados.

No todos ponían distancia de las llamas por su propia voluntad. Los agentes de la Guardia Civil tuvieron que obligar a algunos a abandonar sus poblaciones. Se resistían a dejar a merced del fuego sus posesiones y ganado. Una de las vecinas tuvo que ser trasladada a un centro de salud para suministrarle oxigeno. La gasolinera de Quintana estaba cercada por las llamas.

Las labores de contención se complicaron, porque en los frentes del fuego costaba dar con tomas de agua en servicio. En zonas de Valdés se llegó a reportar un apagón eléctrico.

En la arena política las tornas cambiaron. IU y Podemos iban a dar hoy una rueda de prensa para denunciar deficiencias en los servicios de extinción, pero dada la situación optaron por posponer la crítica. En medios sindicales se lamentaba que las 12 autobombas adquiridas por el 112 siguen sin estar operativas. SOS Occidente por su parte solicitó la declaración de zona catastrófica.

El pronóstico del tiempo no acompaña. Para hoy la Agencia estatal de Meteorología prevé que continúen las rachas muy fuertes en el interior occidental. Hasta las 14 horas hay alerta de nivel naranja por fenómenos costeros que estarán acompañados también de fuerte viento. La lluvia puede aparecer, pero de forma débil, dispersa y en algunos puntos del suroccidente,

El pronóstico es que el viento vaya amainando con el paso de las horas. Las precipitaciones se esperan con mayor fuerza ya el sábado, con chubascos dispersos, temperaturas en descenso y cota de nieve en los 1.000 metros.

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