Las lluvias obligan a suspender las procesiones de Semana Santa de Gijón, Avilés, Oviedo y Candás

No pudo ser. La procesión de Jesús Cautivo en Oviedo acaba de suspenderse por causa de la lluvia. Los miembros de la hernandad aguantaron hasta el último minuto con la esperanza puesta en que el cielo diera una tregua pero no fue posible. Estaba prevista que saliese a las ocho y cuarto de la tarde.

Todo el acto procesional se quedó dentro de la basílica de San Juan el Real y con él, la imagen de Jesús Cautivo. Tanto el párroco de San Juan, Javier Suárez, como el arzobispo, Jesús Sanz Montes, lamentaron no poder cumplir con la procesión tal como estaba prevista.

Tampoco pudo celebrarse en la plaza de Porlier, a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, la ceremonia del indulto al preso ovetense indultado este año por intercesión de la hermandad de Jesús Cautivo. La ceremonia se celebró en el interior de la basílica. B. S. I., de 36 años, estaba en prisión por un delito de tráfico de drogas. Condenado a seis años de cárcel, le restaban dos para cumplir con la pena. Con todo, la lluvia no impidió que se ganara la libertad tras el indulto.

En Avilés pudo desarrollarse sin problema la procesión de El Beso de Judas de esta mañana pero la de El Silencio programada para esta tarde ha tenido que ser suspendida. Sí se celebrará un pequeño acto religioso en el claustro de la iglesia de San Nicolás de Bari.

Las cofradías de Candás optaron por suspender la procesión de los Nazarenos a causa de la pertinaz lluvia. Como alternativa, la Banda de Música de San Salvador que acompaña la cofradía de los Estudiantes de Oviedo, ofreció un repertorio dentro del templo

Miles de personas acompañaron en Luarca a la imagen hasta La Atalaya. Vecinos y visitantes fueron fieles a la cita pese a la lluvia, que obligó a cubrir la talla con un chubasquero.

La representación, que alcanza su sexta edición, sumó a la Última Cena y la Oración en el huerto una nueva escena, la presencia ante el tribunal.

El Calvario se quedó sin recorrer las calles de Villaviciosa. La lluvia, presente durante toda la tarde, no dio tregua a la Cofradía de Jesús Nazareno, cuyos cofrades se congregaron a las puerta de la iglesia con la esperanza de que un claro les permitiera cargar con los pasos que representan el camino de Cristo hacia el monte para morir en la cruz. «No podemos quejarnos. Hasta el momento hemos tenido suerte», afirmaban apenados por no poder salir.