La joven herida grave en una pelea en el Xiringüelu estuvo diez minutos inconsciente

Los hechos continúan investigándose. Unas fuentes aseguran que fue víctima de una agresión, en la que habría recibido varios golpes en cabeza, cara y otras partes del cuerpo, incluso mordiscos, propinados por un grupo de chicas, mientras que otras mantienen que las lesiones más graves no son consecuencia directa de una paliza, sino de la fatalidad.

La joven se habría visto envuelta en una trifulca y en un momento determinado, a raíz de un empujón o puñetazo, se cayó al suelo, sufriendo un fuerte impacto en la cabeza.

La familia, de momento, no ha interpuesto denuncia y la Guardia Civil -a día de ayer- no había practicado detenciones, si bien asegura que ha identificado a los implicados.

Los hechos ocurrieron pasadas las once de la noche del domingo, cuando la romería ya había finalizado y la mayoría de los miles de jóvenes que a lo largo de la jornada disfrutaron de la fiesta ya habían abandonado el prau de Salcéu, escenario de la fiesta.

La joven permaneció inconsciente unos diez minutos y al despertarse manifestó que no tenía sensibilidad en una parte del cuerpo. Fue atendida en primera instancia por personal de seguridad privada y por un equipo sanitario que, ante la posibilidad de que padeciese lesiones medulares, decidió evacuarla directamente al HUCA.

Fuentes de su entorno aseguran que además del fuerte golpe en la cabeza, la joven presentaba mordeduras, hematomas y problemas de sensibilidad en dos dedos de una mano. Afirman que no se ha interpuesto denuncia «por miedo a represalias», y que las supuestas agresoras serían vecinas de Soto del Barco que se habrían enfrentado a una amiga de la víctima, a la que habrían tirado del pelo. Al observar la situación, ella habría tratado de intermediar en la pelea, llevándose la peor parte.

Fue, con creces, el más grave de los numerosos incidentes que como todos los años se registran en el Xiringüelu, una de las romerías más multitudinarias de Asturias, a las puertas de Pravia y en la ribera del Nalón.

El despliegue de seguridad no tuvo precedentes, 250 números de la Guardia Civil, agentes de la Policía Local de Avilés en comisión de servicio, vigilancia privada y como novedad, dos torres de observación, un sistema de videovigilancia, cacheos a los asistentes antes de entrar en el recinto, patrullas caninas que mantuvieron su actividad a lo largo de toda la jornada y un helicóptero que sobrevolaba una y otra vez el prado de Salcéu y su entorno.

También se estableció un puesto de asistencia con tres médicos, diecinueve auxiliares, ocho enfermeros y siete socorristas acuáticos. Bañarse en el río Nalón estaba terminantemente prohibido. La Guardia Civil contabilizó alrededor de un millar de intervenciones. En los controles previos se levantaron hasta 117 actas relacionadas con drogas, bien por tenencia o por consumo, y entre otras sustancias se incautaron 192 cápsulas de óxido nitroso, popularmente conocido como gas de la risa. Con todo, la droga más frecuente fue el alcohol, numerosos comas etílicos.

La Guardia Civil estableció controles de carretera, con el resultado de 1.790 test de alcohol practicados y sesenta positivos y la apertura de cuatro expedientes por delitos relacionados con la seguridad vial, entre ellos un conductor que se dio a la fuga tras haber colisionado contra un vehículo aparcado en el casco urbano de Pravia

El operativo para esta celebración incluía agentes de paisano cuyo cometido principal era detectar posibles agresiones sexuales y localizar a posibles vendedores de estupefacientes. Se contabilizaron trece conatos de pelea o agresiones que requirieron de la intervención de las fuerzas del orden y se intervinieron seis armas blancas.