«Estos incendios no tienen el patrón clásico de limpieza y de creación de pastos»

-Usted ha hablado de «grupos organizados» como causantes de los incendios. ¿Hasta qué punto están identificados y qué tipo de interés les mueve?

-No tenemos identificados grupos organizados como tales, sino más bien sospechamos que puedan existir acciones organizadas. A diferencia de otras oleadas de incendios en las que el patrón estaba bastante definido, con incendios con objetivo de limpieza y creación de pastos, como así lo determinan las memorias de las Bripas, disponibles en la página web del 112, en este caso se están dando situaciones con intenciones totalmente distintas, con claros ejemplos.

-Expóngalos.

-Los incendios del Naranco, con 10 o 12 focos de inicio, en los que hubo reincidencia este pasado sábado con dos focos en el oeste del monte Naranco en el pueblo de Lubrió. Otro claro ejemplo se dio en el acuartelamiento Cabo Noval, en la zona de La Barganiza, en Siero, con dos focos. En el gran incendio de Folledo, en Valdés, con cuatro focos adyacentes simultáneos al incendio, pero en algunos casos con hasta catorce kilómetros de distancia de la cabeza; en otros, al otro lado del río Esva y de la carretera N-634 a la altura de Ranón y otro en San Cristóbal al norte de la autovía A-8. Pero no acaba ahí, sino que durante este fin de semana en el incendio ocurrido en Soto de Las Regueras, los mismos vecinos informaban de cuatro focos y, durante la noche del pasado sábado se recibieron varios avisos, uno de ellos en Onís a la una de la madrugada, donde alertaban al 112 y cito textualmente: 'Vimos prender a dos jóvenes en el arcén en el kilómetro 13 de la AS-114 , uno llevaba una capucha amarilla y el otro una roja'. Poco después, sobre las dos de la madrugada, se recibía otro aviso, en este caso en Salas, donde informaban de que 'desde Salas hacia El Viso, en la zona de San Martín, están viendo en el monte varias linternas y cómo se inician varios focos'. Ayer mismo (el lunes) por la tarde, en Tiñana (Siero), fueron dos los focos de inicio.

-Todo intencionado, pues...

-A la espera de que de las investigaciones llevadas a cabo puedan sacarse conclusiones, lo que sí está claro es que hay una clara intencionalidad de hacer el mayor daño posible y de dificultar las labores de extinción. En todos estos incendios que hemos expuesto, salvo el gran incendio de Folledo-Valdés, que se inició en una zona con reincidencia de incendios forestales y que en su comienzo pudiese tener intencionalidad de creación de pastos, los demás no tienen el patrón clásico de limpieza y creación de pastos.

-¿Cómo ven los equipos que dependen de usted el estado general del monte en Asturias y, en ese sentido, qué acciones urgentes habría que adoptar y qué otras decisiones habría que emprender a medio y largo plazo?

-Parto de la base de que la prevención es competencia de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial. Desde nuestro punto de vista, resulta sustancial un adecuado mantenimiento y limpieza tanto de viales como de puntos de agua. Pero no podemos perder de vista que algunos de los incendios están afectando a los montes mejor cuidados y aprovechados, lo que nos indica que esto no es determinante en esta ocasión. Todos somos conscientes de que en Asturias tenemos un problema demográfico con un evidente envejecimiento de la población rural y el consiguiente abandono de los terrenos adyacentes a los núcleos rurales. Esto está cambiando totalmente el mosaico, ya genera una continuidad del combustible forestal que cada vez está más cerca de las viviendas y a su vez, facilitando la aparición de grandes incendios forestales, que a la par tiene como consecuencia que sus dimensiones se incrementen de forma considerable.

-Marzo ha sido en Asturias especialmente cálido y seco, supongo que habrá tenido alguna influencia.

-Por supuesto, estadísticamente marzo es el mes con mayor número de incendios forestales en Asturias, por ello el Plan INFOPA, lo considera de peligro extremo dada la alta concentración de incendios, estableciendo como de época de riesgo alto desde el 15 de enero hasta el 30 de abril y, de forma preventiva se activa en fase de alerta, ya que generalmente, se dan condiciones idóneas para que cualquier tipo de fuego se propague con facilidad, debido en gran parte a que el combustible está en reposo vegetativo. Por supuesto, tal y como indica la Agencia Estatal de Meteorología, el pasado mes de marzo fue el más cálido de Asturias desde 1971, solo superado por el del año 1997, la lluvia caída fue un 74% menos de lo normal, siendo el cuarto mes de marzo más seco desde 1961.

-Usted dio la cara por los ganaderos, por su ayuda y como colectivo.

-Estadísticamente, se parte de la base de que la quema para regeneración de pastos es la principal causa de incendios forestales en Asturias y eso es algo totalmente evidente, pero en contraposición a este dato, tengo que manifestar que en zonas señaladas anteriormente, los ganaderos de la zona se han volcado de forma incondicional en apoyo a las labores de extinción y en muchos de ellos han sido determinantes en el resultado del control de los incendios y sobre todo en la protección de las personas y viviendas.

-También habló de incendios en los que 'ni con mil efectivos'. Entiendo que no se puede dimensionar la plantilla de esa forma, que la solución tiene que estar en otra parte.

-Me refería a los días en los que el viento sur era el principal factor del comportamiento de los incendios, pues estaban fuera de capacidad de extinción, impidiendo implementar tácticas ofensivas priorizando la defensa de las personas y núcleos de población. En esas condiciones de vientos fuertes, pendientes muy importantes en las que el fuego ascendía como por verdaderas chimeneas; enorme sequía, sin poder contar con medios aéreos debido precisamente a las fuertes rachas de viento y a la falta de visibilidad, zonas muchas de ellas casi inaccesibles para los equipos de extinción, y muchas viviendas desperdigadas por el terreno, aisladas o en pequeños grupos, lo primero y más importante es proteger vidas y bienes y eso es lo que hicimos.

-¿Lo que vemos son incendios de quinta o sexta generación?

-Hasta ahora en el Principado de Asturias, no los encuadramos en incendios de sexta generación. Estos se dan en 'situación de tormentas de fuego. El cambio climático genera bosques totalmente estresados y disponibles para quemar. La intensidad liberada en estos casos permite al incendio dominar la meteorología de su entorno, creando condiciones de tormenta y propagaciones extremas'. En nuestro caso, son de cuarta generación, cuando 'los incendios se propagan en la interfaz urbano-forestal. Ya no tenemos un problema de montes, tenemos una emergencia de protección civil. Las prioridades se ven dominadas por la defensa. Se pierde la iniciativa'. Y en otros casos, de quinta generación, que son 'episodios de simultaneidad de incendios de tercera o cuarta generación cuando se dan condiciones estructurales de sequía sobre las que se solapa una coyuntura meteorológica extrema. En estos incendios, la cooperación inter-agencia o interregional es una necesidad'.