La hostelería asturiana prevé colgar el cartel de completo desde el jueves

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Chelo Tuya

Ricardo González Sotres, chef del restaurante El Retiro, en la localidad llanisca de Pancar, ya tiene «todo lleno» para los días fuertes de la Semana Santa y observa un incremento del turista extranjero, tanto europeo como el procedente de Latinoamérica. Poco le queda también para poner el cartel de completo en estos días a Teresa Camacho, propietaria del Restaurante Camacho, en Anieves (Oviedo), quien celebraba ayer que, aunque aún tiene alguna que otra mesa libre, «hay mucha alegría en reservar desde hace tiempo». La afluencia, comenta, es «más o menos» similar a la del año pasado en estas fechas, aunque en su establecimiento han notado que la gente quiere gastar menos dinero. «No piden postres ni entradas. Vienen a comer, pero más comedidos», observa.

Luis Amador Fernández, del Restaurante Los Pisones, de Gijón, también llenó ayer el comedor de su local. Sin embargo, recuerda que el Domingo de Ramos del año pasado colgó el cartel de completo con las reservas «diez días antes», mientras que en esta ocasión «acabé de llenarlo anteayer». En cualquier caso, espera para estas fechas una ocupación similar a la de la Semana Santa de 2023.

También Iván Suárez tiene completo para estos días, desde hace ya un tiempo, el Llagar de Colloto, el Tonel Colloto y Conrado & Suárez. «Llevamos días sin hueco para estas fechas festivas. Hay mucho turismo y mucha clientela de la zona que no ha viajado», celebra el empresario.

Borja Alcázar, propietario y cocinero del restaurante Abrelatas, de Pola de Siero, reconoce que el comienzo de las fiestas de Semana Santa ha sido bueno para su negocio y, en general, el comienzo del año también, pese a que en su opinión «la Pola no vive su mejor época». Explica que el movimiento de personas se concentra ahora especialmente en la hora de los vermuts y las comidas mientras que «las noches suelen estar más muerta porque la juventud ya no sale como antaño». En cualquier caso, explica que este fin de semana su restaurante está lleno, con reservas cerradas ya desde hace unos 15 días. De hecho, «no se veía un lleno tan anticipado desde antes de la pandemia», señala Alcázar, quien reconoce que «las próximas semanas también apuntan muy bien» gracias, en parte, a la fiesta de los Güevos Pintos de la Pola, el 2 de abril. Eso sí, este hostelero observa un cambio en la forma de celebrar esta fiesta. «Parece que avanzan hacia una fiesta de desayunos y meriendas y se está perdiendo la clásica comida con amigos», aunque confía en que «todo volverá a su cauce».