Calvo subraya que el campo «es el 20% de nuestro PIB y puede ser más»

Coincide Calvo con el secretario general de Agricultura no solo en esta visión positiva, sino también en considerar un riesgo que se hagan «llamadas en genérico al consumo de proximidad». Admitiendo que «el sector agroalimentario es básico para gestionar bien un territorio y por eso hay que consumir productos de cercanía», Calvo matiza también que «nuestros productores tienen que salir fuera y competir».

No se trata solo de garantizar la producción estratégica, de asegurar el suministro regional, sino de «generar una cadena de valor completa en la región, ser fuertes dentro para serlo fuera también».

Y sobre esta base, el consejero de Desarrollo Rural subrayó ayer que el sector primario asturiano «supone el 20% de nuestro PIB y puede ser más». No sólo teniendo en cuenta que la paralización de la actividad ha sido menos intensa en el sector primario que en el resto (servicios e industria), sino porque ve posibilidades de crecimiento real en el campo.

¿Cómo? Aplicando las lecciones de las que hablaba al principio de su exposición. El confinamiento «aceleró tendencias que ya existían, como la compra 'online' y otras nuevas herramientas de distribución. Hay que perseverar en la distribución y en los nuevos canales de comercialización», dijo el consejero. En este sentido, Calvo aludió a la necesidad de «profundizar en las herramientas de venta directa y de integración cooperativa de los pequeños productores», ya sean estos primarios o transformadores. En ese sentido, Calvo destacó que desde la consejería se está «acelerando la web de Alimentos del Paraíso», una plataforma que reúne a los productores de las marcas de calidad (básicamente las DOP e IGP) del campo asturiano.

Son precisamente estos, los pequeños productores, los que encuentran más dificultades en la negociación con los intermediarios, transformadores y distribuidores. La llamada a la unión cooperativa fue repetida varias veces ayer durante las intervenciones de Calvo y de Miranda, apoyándose en que este tipo de agrupación de productores supone la posibilidad de acceder a mejores precios en los suministros y a poder hacer causa común ante los distribuidores («acortar la cadena y ajustar costes», anotó Calvo). Ello implica, por otra parte, que las cooperativas, del tipo que sean, tienen la obligación de establecer un elevado estándar de calidad de sus productos y una garantía de suministro, otro de los leit motiv de la jornada de ayer.

Calvo también subrayó la ventaja competitiva que supone para los ganaderos de leche asturianos contar con «la empresa líder en producción láctea» de España, la Central Lechera Asturiana. Esta e iniciativas como Sabores de Asturias o Alimentos del Paraíso suponen un apoyo para el prestigio de nuestra producción agroalimentaria, pero el consejero también insistió en que «todos tenemos un trabajo por delante, apostando por la calidad, por la oferta estable, por agrupar producciones, por generar asociaciones entre la gran empresa y los pequeños productores y por darle fuerza a nuestra imagen de marca», sin olvidar que hay un intenso trabajo por delante «para aprovechar y diversificar las vegas con producción agraria, lo cual no es un elemento ideológico, sino estratégico».